El Gobierno borra del calendario la subasta de energía barata sin avisar a las empresas

Nuevo retraso en una medida encaminada a abaratar el recibo de la luz que se suma a la 'excepción ibérica'

Teresa Ribera

La ministra Teresa Ribera

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El Ejecutivo de Pedro Sánchez mantiene su extraño ritmo con la toma de medidas energéticas para rebajar la factura de la luz a los consumidores. A los bandazos que se están dando con la denominada ‘excepción ibérica’, que pretende añadir un tope al precio del gas, hay otra cuestión que ha quedado completamente colgada en el aire: la subasta de energía inframarginal, también conocida como subasta de energías baratas.

Se trata de una subasta mediante la cual las grandes eléctricas ofertarían su electricidad a otras comercializadoras de menor tamaño para generar un pool de precios más baratos. Sobre esta subasta, el Ministerio se comprometió a realizar este movimiento antes de diciembre de 2021, pero finalmente no se ejecutó. Y por ahora no hay una fecha clara, y parece que nunca la ha habido. El objetivo era que Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP ofertarán 15.830 GWh, equivalentes al 6,3% de la demanda eléctrica nacional en 2020.

Así, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, el Gobierno no ha aclarado la fecha a día de hoy, ni calendario, ni el formato para estas subastas. Nada. Por ello, según explican estas fuentes, es una medida necesaria y complementaria al acuerdo alcanzado con la Comisión para topar el precio del gas, porque por sí sola, la ‘excepción ibérica’ tendrá un impacto muy relativo.

Esta situación afecta de manera directa a la gran industria española puesto que la adquisición de energía que hacen es a corto plazo, por lo tanto necesitan medidas de impacto que tengan efectos a corto plazo.

Dudas ante la subasta

No obstante, esta subasta no está exenta de polémica, sobre todo entre las grandes eléctricas, que aparte de verse afectadas, tampoco creen que tenga el impacto esperado por la industria.

Uno de los que se pronunció a principios de año fue el CEO de Endesa, José Bogas. En un encuentro con la prensa, el máximo responsable de la eléctrica señalaba que esta subasta que se realizará sobre electricidad producida por nucleares, hidroeléctricas y eólica, «no sería acertada», ya que supondría «perjudicar a unos consumidores para beneficiar a otros». Bogas aseguró que estas subastas «ni bajarían el precio de los clientes ni darían más profundidad a lo que es los mercados a largo plazo», ya que las grandes eléctricas venden la energía que generan a largo plazo con «unos precios más que razonables y muy por debajo de los precios mayoristas».

Ante este contexto, según explican fuentes del sector a este medio, existe la posibilidad de que el Gobierno esté retrasando esta subasta, precisamente, para no tener otro enfrentamiento frontal con las grandes eléctricas tras los acontecimientos de las últimas semanas, donde el tope del gas ha supuesto que los principales directivos hayan presionado para cambiar ciertos aspectos.

Solo así se puede entender que el Gobierno no tenga sobre la mesa esta subasta que estaba comprometida a final de año y, lo más importante, que nadie sepa fijar la fecha. Así, en fuentes oficiales del Ministerio para la Transición Ecológica simplemente se limitan a asegurar que se está trabajando en ello, pero sin un horizonte temporal concreto.

Las quejas de la industria

Ante esta situación de inacción por parte del Gobierno y del equipo de la ministra Teresa Ribera, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, constituida por Anfac (automoción), AOP (refino), Aspapel (papel), Feique (química y farmacia), FIAB (alimentación y bebidas), Oficemen (cemento) y Unesid (siderurgia), ha enviado una misiva esta semana para recordar que considera que “de forma complementaria, también es urgente celebrar las subastas de tecnologías inframarginales previstas en el Real Decreto-ley 17/2021, como vía para potenciar contratos bilaterales a precios competitivos. Dichas subastas deben estar dirigidas a los consumidores industriales, sean o no consumidores directos, y a sus comercializadoras interpuestas”.

Como representante de sectores industriales estratégicos, la Alianza explica que “pese a las medidas adoptadas a nivel nacional a favor de la industria en los últimos meses y semanas, la coyuntura que afrontamos por el nivel de costes energéticos es dramática y sin perspectiva de mejora en el corto plazo. Día a día, nuestras industrias intentan competir internacionalmente, debiendo hacerlo en creciente desventaja de costes frente a terceros”.

Raúl Masa

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