Gobierno y sindicatos pactan subir el SMI a 1.000 euros este año sin CEOE

El Ministerio de Trabajo ha acordado de nuevo con CCOO y UGT elevar el SMI 35 euros este año, desde los 965 euros actuales en 14 pagas hasta los 1.000 euros con efectos retroactivos desde el 1 de enero, pese al rechazo de la patronal CEOE

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (c) durante una rueda de prensa tras su encuentro con los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo (i) y de UGT, Pepe Álvarez (d) en la Mesa de Diálogo Social que aborda la subida del SMI en Madrid. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

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El Ministerio de Trabajo ha acordado de nuevo de forma bipartita con CCOO y UGT, sin el beneplácito de CEOE, elevar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) 35 euros este año (+3,6%), desde los 965 euros actuales a los 1.000 euros en 14 pagas, con efectos retroactivos desde el 1 de enero para cerca de dos millones de trabajadores. El Consejo de Ministros aprobará el incremento a finales de mes.

Así lo han confirmado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en una rueda conjunta con los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, en la que han rubricado el acuerdo bipartito suscrito en la Mesa de Diálogo Social que aborda la subida del SMI, una prerrogativa única del Ejecutivo.

El acuerdo firmado, al que ha tenido acceso Economía Digital, recoge el alza hasta los 1.000 euros brutos al mes en 14 pagas, lo que supone un mínimo de 14.000 euros brutos al año y 33,33 euros brutos al día, con carácter general; 47,36 euros por jornada lega en el caso de trabajadores eventuales y temporeros cuyos servicios a una misma empresa no excedan de 120 días y 7,82 euros brutos por hora efectivamente trabajada, en el caso de empleados del hogar.

Díaz ha destacado que a pesar de no ser legalmente obligatorio se ha impulsado la mesa de diálogo social para intentar concitar un acuerdo para la revalorización, que finalmente ha sido de nuevo «bipartito» para subirlo a 1.000 euros, «un hito muy importante para el país«. «Tenemos una gran satisfacción y gran alegría», ha enfatizado, destacando que se continúa con la senda iniciada para alcanzar el 60% del salario medio al término de la legislatura en 2023.

La vicepresidenta ha defendido que subir el SMI un 30% en los últimos tres años ha sido «muy positivo para la economía» con una política distinta de rentas, y es que el SMI «la mejora herramienta para combatir la desigualdad» por su afectación directa en mujeres y jóvenes, al haber servido para reducir la brecha de género en 2,5 puntos desde el año pasado y en 4,8 puntos desde 2019.

Actualmente el SMI se encuentra en 965 euros mensuales en 14 pagas, tras la subida de 15 euros aprobada por el Gobierno el pasado mes de septiembre, acordada con los sindicatos pero sin el beneplácito de la patronal. Desde los 735 euros del año 2018 se ha ido incrementando hasta alcanzar los 1.000 euros este año, lo que permite «acercarse a la media europea y abandonar la anomalía de salarios bajos», ha enfatizado Díaz.

De su lado, los empresarios se han desmarcado de nuevo del acuerdo, al considerar que «responde más a una aspiración política en el seno del Gobierno que a la lógica económica», toda vez que Díaz llegó a acudir en persona a la reunión de la mesa de diálogo del lunes para presionar, planteando un alza hasta los 996 euros como marcaba la senda del comité de expertos, bajo aviso de escalar a los 1.000 euros si no se adherían, como finalmente ha sucedido.

Para el próximo año, 2023, el informe del comité de expertos apunta que el incremento debería ser en función del escenario de otros 40, 31 o 25 euros, de forma que si se elige el tramo intermedio el SMI podría elevarse otros 31 euros, hasta los 1.031 euros en 14 pagas, o a un máximo de 1.040, en línea con el objetivo del gobierno de alcanzar el 60% del salario medio que establece la Carta Social Europa. Con todo, Díaz ha admitido «dificultades» para determinar el 60% del salario medio en 2023 y por ello se convocará en breve el comité de expertos para que empiecen a trabajar en ello.

Díaz: «Dejamos atrás la España de bajos salarios»

«Sirve para mejorar la vida de la gente, mejorar los salarios más bajos de trabajadores sin convenio y colectivos más vulnerables y para mejorar los salarios al alza en general. El Gobierno y los sindicatos están comprometidos con un modelo de sociedad, empresa y trabajo no basado en bajos salarios», ha añadido Díaz, afirmando categóricamente que «Se deja atrás la España de los bajos salarios».

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha mostrado su «satisfacción» por el acuerdo al ser «coherente» con la estrategia el a Carta Social Europea y pos mayor importancia al afectar cada vez a un mayor número de trabajadores: más de 1,8 millones de personas, el 11% de asalariados, según cálculos del. Gabinete Económico Confederal de CCOO.

El impacto será sobre todo en los colectivos de mayor precariedad y pobreza, como las mujeres (14%), por encima de los hombres (8,5%), y los jóvenes, al beneficiar al 30% de los jóvenes entre 16 y 24. años y el 14,7% de los de entre 25 y 34 años. También afecta más a los temporales (20%) ya los sectores de agricultura (40%) y servicios (11,5%), que verán mejorados su salarios.

El líder de UGT, Pepe Álvarez, ha celebrado que es una «muy buena noticia para los trabajadores y el país» que refleja que «este es un Gobierno que cumple» al elevar el SMI a 1.000 euros que ha reiterado que el Ejecutivo se había comprometido el pasado mes de septiembre.

Los sindicatos critican a CEOE y niegan junto a Díaz que dañe el empleo

En el transcurso de la rueda de prensa tras el acto de firma, tanto Sordo como Álvarez han criticado la «inasumible» postura de CEOE, a quien han reprochado que las organizaciones empresariales se hayan mostrado «insumisas» al Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) de 2018 que fijaba a situar el salario mínimo de convenio para 2020 en 14.000 euros anuales, que de haberse cumplido habría supuesto que la inmensa mayoría de trabajadores ya tendrían un SMI de 1.000 euros.

Yolanda Díaz, Unai Sordo y Pepe Álvarez se han mostrado insistentes a la hora de negar el supuesto impacto de subir el SMI en la creación de empleo, como afirman algunos estudios y organismos del Banco de España, asociaciones agrícolas, la CEOE, ATA o Cepyme, que cuantifica en 130.000 los empleos en riesgo por el alza hasta los 1.000 euros del SMI.

La vicepresidenta ha celebrado el acuerdo pese a «remar en la dirección adversa» por esas afirmaciones alarmistas que tilda de «ciencia ficción» al aventurar que con las subidas del SMI vendrían las «siete plagas». Ha apuntado al respecto que que en el sector agrícola hay récord de afiliaciones a la Seguridad Social, con un total de 840.100 personas ocupadas en el sector, lo que supone un alza de 58.000 personas y desde 2018 hay 14.500 más.

También se ha referido a los autónomos, con récord de 3,15 millones de afiliados, 63.297 más que el año anterior y 84.237 más respecto a 2018, y al sector de las empleadas del hogar, que tras el cambio normativo de 2015 acumula 59 meses de caídas de empleo pero no se ha visto impactado por la subida del SMI. Además, ha dicho que las cuidadoras no profesionales han aumentado en 60.000 personas respecto a las 7.500 que había en 2018.

«No es verdad que se haya destruido empleo por subir el SMI», ha insistido Díaz, afirmando que «la patronal sabe que es bueno para los trabajadores y para la economía porque podrán consumir un poquito más» y es consciente de que el alza del SMI no es causante de la alta inflación como argumenta. Este argumento ha sido esgrimido también por Álvarez, que sostiene que «todos los datos demuestran que es al contrario, es un instrumento para activar la economía».

«El diálogo social goza de una tremenda buena salud»

A pesar del descuelgue de CEOE, Yolanda Díaz ha afirmado que «el diálogo social goza de una tremenda buena salud» y es «referencia en el mundo», apuntando que convocó la mesa hace 15 días porque no sabía si hacer coincidir la negociación con la de la reforma laboral era conveniente.

Aún más, ha afirmado que la patronal está teniendo «posiciones bastantes razonables», aunque ha disentido respecto a que los salarios estén aumentando la inflación, un argumento «boomerang» para Álvarez porque la empresas repercuten también la subida en los clientes.

Preguntada sobre sobre el informe encargado a la investigadora de la Universidad del País Vasco y miembro del comité, Sara de la Rica, sobre los beneficios sociales derivados del alza del SMI, Díaz ha apuntado que se han encargado 15 informes sobre muchas materias «con gran discreción».

Rechazo frontal de CEOE

Con todo, la subida del SMI se producirá pese al rechazo frontal de CEOE, después de que este martes los órganos de gobierno de CEOE y Cepyme rechazasen por unanimidad la propuesta del Gobierno, volviendo la distancia en el diálogo social tras el acuerdo de la reforma laboral conseguido después de nueve meses de intensas negociaciones y diferencias internas en la patronal por el acuerdo.

Los argumentos esgrimidos por CEOE, cuyo Comité Ejecutivo se opone a la medida, pasan por la falta de recuperación de los niveles de negocio precrisis hasta previsiblemente 2023, las presiones crecientes en los costes de las empresas por el alza de salarios y cotizaciones y la notable caída acumulada de la productividad, con 13 trimestres en descenso.

La patronal tilda de “inasumible” la propuesta de Yolanda Díaz para sectores como el agrícola o los intensivos en mano de obra, toda vez que las empresas han asumido un alza del 30% del SMI desde 2019 y el incremento de cotizaciones, con un coste total por el empleo que sobrepasará los 1.500 euros. Así, recuerda que mientras la remuneración de los asalariados prácticamente ha recuperado los niveles de 2019 (previos a la crisis), el excedente bruto de explotación (beneficio de las empresas) todavía está “muy lejos de normalizar” su situación y continúa siendo un 6,6% inferior al de 2019.

Como viene siendo habitual con motivo de las negociaciones del SMI, los empresarios alertan de que una nueva subida del SMI contribuirá a aumentar los costes laborales y la presión sobre los márgenes de las empresas lo que, unido a otros riesgos como el encarecimiento de las materias primas o los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro, pueden llevar a “un menor dinamismo económico en el futuro y a una menor creación de empleo”.

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