Hipoteca variable: estas son las nuevas ayudas ante la subida del euríbor

Te explicamos cuáles son las ayudas a las que se pueden acoger las familias vulnerables con una hipoteca variable

El euríbor cae a mínimos históricos pero no bajará las hipotecas. Foto: Pxhere

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El pasado mes de noviembre, el Gobierno y la banca alcanzaron un acuerdo para sacar adelante las ayudas a hipotecados para familias vulnerables o en riesgo de vulnerabilidad por la subida del euríbor, el principal índice al que se referencian la mayoría de hipotecas en España.

En concreto, el paquete de medidas actúa en tres vías: se mejora el tratamiento de las familias vulnerables, se abre un nuevo marco de actuación temporal para familias en riesgo de vulnerabilidad y se adoptan mejoras para facilitar la amortización anticipada de los créditos y la conversión de las hipotecas a tipo fijo.

Ayudas para familias con hipoteca variable

La subida del euríbor, que sigue disparado y ha superado la barrera del 3%, ha tenido un impacto aún mayor en aquellos clientes con una hipoteca a tipo variable, más ligadas a este índice. Por ello, durante estos últimos meses, muchas familias con este tipo de hipoteca han visto incrementar sus cuotas mensuales.

Ahorros para pagar una hipoteca. Pixabay.
Hipoteca. Pixabay.

Para paliar el efecto de las hipotecas, el Gobierno y los bancos reformaron el Código de Buenas Prácticas, que es un paquete de medidas al que las familias reconocidas «vulnerables» se pueden acoger. Estas son las ayudas para las familias con una hipoteca variable ante la subida del euríbor:

  • Una carencia de capital de cinco años. Es decir, que en los próximos cinco años, solo pagaran los intereses de la hipoteca.
  • Un interés rebajado a euríbor menos 0,10% durante esos cinco años.
  • Un plazo alargado hasta los 40 años para reducir aún más el importe de las mensualidades.

Para poder disfrutar de estas ayudas, las familias deben cumplir con una serie de requisitos:

  • Tener una hipoteca contratada sobre su vivienda habitual, cuyo precio al comprarla no superaba los 300.000 euros.
  • Cobrar unos ingresos inferiores a los 25.200 euros brutos al año.
  • Dedicar más del 50% de los ingresos a pagar las cuotas de su préstamo hipotecario.
  • Si la carga hipotecaria ha subido un 50% o más en algún momento de los últimos cuatro años.

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