La Cambra se opone frontalmente a la subida de impuestos anunciada por Blanco

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La Cambra de comerç de Barcelona ha emitido un comunicado en el que la entidad se opone frontalmente a la anunciada subida de impuestos anunciada por el ministro de Fomento, José Blanco. La argumentación de la organización empresarial se basa en argumentos que su presidente, Miquel Valls, ha repetido en más de una ocasión: subir los impuestos directos ralentiza la economía; reducir las inversiones en infraestructuras, también, lo que se ha de hacer, pues es reducir el “gasto corriente” de la Administración.

Para justificar su posición, la entidad que defiende los intereses de los empresarios, asegura que una eventual subida de impuestos tendría un impacto negativo sobre la economía española medio punto hasta 20’15 y que la situación se prolongaría en los próximos 10 años. Estas conclusiones las extrae Cambra de un estudio encargado por el Departament d’Economía i Finances de la Generalitat al grupo de investigación AQR-IREA de la Universitat de Barcelona.

La toma de posición de la Cambra se produce sólo unas horas después, y no es casualidad, que el ministro de Fomento, José Blanco insinuase una subida de la presión impositiva, aunque sin aclarar los términos. En todo caso, la reacción del ente cameral se refiere un estudio encargado por la Generalitat mucho antes de que se conociese el contenido del último “globo sonda” emitdo por el ministro.

El documento citado hace una estimación del impacto que tendrá el proceso de consolidación fiscal sobre la economía catalana, dependiendo de si éste se hace con una reducción de el gasto o mediante un aumento de los ingresos impositivos. Los resultados indican, según la Cambra que la opción más negativa para el crecimiento es la subida de impuestos.

Las simulaciones del estudio muestran que un aumento del tipo del impuesto sobre la renta que consiga incrementar los ingresos públicos en un 1% del PIB producirá una reducción de cuatro décimas en el PIB a partir del año 2011, y además, esta reducción se mantendrá a lo largo del horizonte temporal analizado, de manera que en el 2020 el PIB de la economía catalana sería un 1% inferior al del escenario de referencia. Esta reducción se produciría como consecuencia de la caída del consumo y de la inversión, siendo mucho más intensa en el primer caso, a la vez que la tasa de desempleo aumentaría en prácticamente un punto a largo plazo.

Según dice textualmente el estudio, el impacto a largo plazo de la política de reducción del déficit a través de una reducción del consumo público o el empleo público es claramente más favorable que si dicha maniobra se realiza por la vía del incremento de impuestos. Ahora bien, si la consolidación fiscal se realiza mediante una reducción de la inversión pública, los resultados son muy similares a los obtenidos con la subida de impuestos.

Economía Digital

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