La Oficina Antifraude apercibe al Ayuntamiento de Valls por irregularidades urbanísticas

PRIMEROS RESULTADOS DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN INSTITUCIONAL

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La misión de la Oficina Antifraude de Catalunya (OAC), velar por el control de la transparencia del conjunto de administraciones públicas, empieza a dar ya sus frutos dos años después de que el Parlament aprobara su creación. El organismo ha llamado la atención al Ayuntamiento de Valls (gobernado por CiU y PSC) por las irregularidades cometidas en la adjudicación a una determinada empresa de las obras de construcción de un pabellón polideportivo (Fornàs), según ha podido conocer Economía Digital de fuentes municipales.
 
Todo empezó en noviembre de 2009. La OAC recibió una denuncia respecto a esta concesión y abrió una investigación para esclarecer los hechos. Después de hacer los requerimientos pertinentes, envió sus conclusiones al consistorio tarraconense a finales de junio pasado. En ellas, Antifraude ha advertido de un aparente conflicto de intereses entre un cargo electo y la política urbanística que realiza la corporación.

Además, el organismo dependiente del Parlament le reclama que extreme las cautelas para garantizar la transparencia futura en la gestión ¿Por qué? Antifraude ha constatado que las obras del polideportivo se adjudicaron a una empresa, Carbonell Figueres, en la que, casualmente, está empleado el marido de la regidora de Deportes, Cultura y Juventud del municipio, Judit Fàbregas.
 
Fàbregas no formaba parte de la junta de gobierno que resolvió el concurso a favor de dicha empresa, pero sí que asistió como invitada a la junta que adjudicó las obras. Ésta no fue la única decisión que hizo sospechar a la OAC de la existencia de prácticas reprobables en la gestión, según la documentación a la que ha tenido acceso esta publicación. En enero de 2008, el Ayuntamiento de Valls había adjudicado la publicidad de los espectáculos municipales a la empresa propiedad del padre de la regidora, en la que ella también había trabajado.
 
Para la OAC, con estos hechos, en Valls se habría producido un conflicto aparente de intereses. En esta situación, los ciudadanos pueden pensar que un interés personal puede interferir en la toma de decisiones de los responsables públicos, a pesar de que esta interferencia no haya existido. Por esta razón, la OAC recomienda que se eviten estas situaciones, siempre menos graves, en cualquier caso, que los conflictos de interés reales.
 
La respuesta del consistorio de Valls no se hizo esperar. A finales de julio, remitió una nota exculpatoria a la OAC en la que sostenía que Fàbregas se limitó a proponer el inicio del expediente para convocar el concurso de construcción del polideportivo. Posteriormente, la edil implicada se limitó a asistir a las siguientes reuniones de la junta de gobierno local, sin que conste en las actas oficiales ningún comentario o aportación suya.
 
Igualmente, los responsables municipales aseguran que la relación de parentesco entre la regidora Fàbregas y la empresa Carbonell Figueres no vulnera en sentido estricto ninguno de los preceptos de la legislación vigente. Con todo, el consistorio hace acto de contricción y asume la sugerencia de la Oficina que dirige David Martínez Madero para garantizar una gestión futura lo más transparente posible y alejada de los intereses personales.

Economía Digital

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