Los hoteles de Barcelona se recuperan de la pandemia y registran una ocupación del 85%

El director general del Gremio de Hoteles de Barcelona augura una buena actividad hotelera para septiembre y octubre

pecto de uno de los muchos hoteles cerrados en Barcelona por la crisis del coronavirus. EFE/Alejandro García

Hoteles. EFE/Alejandro García

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Para el gremio hotelero de Barcelona, la pandemia del covid-19 empieza a ser agua pasada. Los hoteles de la ciudad condal cerrarán julio y agosto con una ocupación global de, al menos, el 85 %, muy ligeramente por debajo de 2019, mientras anticipan un septiembre con una elevada actividad gracias al turismo de congresos.

Estas son las cifras más actualizadas que maneja el Gremio de Hoteles de Barcelona, que recaba datos de los 450 establecimientos hoteleros de la capital catalana, según ha explicado a EFE su director general, Manel Casals.

«Todos los hoteles de Barcelona están abiertos y con una ocupación global en julio y agosto del 85 %, muy cerca del 87 % de 2019, cuando se batió el récord de visitantes. Además, asistimos al arranque de la temporada de congresos con la celebración estos días del ESC Congress, el más importante del mundo de cardiología, y que hace de tractor del sector de eventos médicos», ha explicado Casals.

Además de las previsiones halagüeñas para septiembre por la recuperación de la presencialidad en congresos y eventos profesionales, el portavoz del Gremio de Hoteles admite tener «buenas sensaciones» de cara a octubre.

Sin embargo, alerta de que, a diferencia de los años prepandémicos, ahora se hace muy difícil hacer previsiones, ya que los viajeros han acortado la antelación con la que planean sus salidas y realizan, por tanto, sus reservas. «Estamos a la expectativa de lo que pase», señala, preguntado por si comparte los augurios de una eventual recesión económica este otoño.

Según los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), Barcelona recibió en julio un millón de visitantes, que se alojaron en hoteles (752.000) y viviendas de uso turístico (272.000), un 12,7 % menos que en 2019, con un cómputo de cerca de tres millones de pernoctaciones, un 4,4 % por debajo de antes de la pandemia.

Precio e inflación

Respecto a los precios de las habitaciones, el Gremio de Hoteles asegura que son muy similares a los de 2019. «En todo caso, muy ligeramente por encima«, ha apuntado Casals, que destaca que este verano «no tiene nada que ver» con otros, ya que la inflación ha disparado los costes energéticos.

«Y, además de estos costes, los hoteles tienen que pagar la factura de la covid. El sector superó la pandemia con su propia capacidad de refinanciación, accediendo a créditos y ahora tiene que pagarlos. No se nos ayudó, más allá de los ERTE, y ahora tenemos que repercutir la factura en el precio», ha apuntado.

Perfil del visitante

La capital catalana ha vuelto a atraer este verano a un visitante mayoritariamente internacional -supuso el 82 % del total en julio, según el INE-, aunque sí se han producido cambios en su origen.

Los españoles reactivan el turismo nacional.
Los españoles reactivan el turismo nacional.

El turista de los países del entorno de Rusia y de los países asiáticos ha retrocedido debido a la guerra y a las restricciones por la covid, respectivamente, mientras que se ha visto un incremento importante de los ciudadanos de Estados Unidos. La mayor presencia de los estadounidenses (100.000 en julio) es una buena noticia para Casals, que destaca que realizan más gasto que otros turistas.

Planta hotelera

Para el director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, la recuperación del turismo este verano vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la necesidad de ampliar las plazas hoteleras en la ciudad.

«Se hace más evidente esta necesidad. Si Barcelona no es capaz de ampliar su capacidad hotelera, otros destinos absorberán esas inversiones como ocurrió con el establecimiento de Four Seasons que perdió la capital catalana en beneficio de Madrid», ha señalado.

A su juicio, Barcelona no debería dejar pasar oportunidades para captar proyectos singulares y de calidad «porque si no lo hacemos nosotros, lo harán otros, y aquí continuarán viniendo turistas pero con otro perfil, con menos poder adquisitivo y que dejan menos riqueza«. 

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