El Puerto de Barcelona detecta un crecimiento del 28% de los transbordos por la crisis del Mar Rojo

La autoridad portuaria se deja un 20% de los beneficios por el aumento de los gastos y el bajón del tráfico

Imagen de la zona de carga del Puerto de Barcelona. EFE

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El Puerto de Barcelona detecta un aumento de los transbordos del 28% y una reorganización del tráfico marítimo a causa de la crisis del Mar Rojo. La autoridad portuaria catalana asegura que los retrasos percibidos las primeras semanas derivados de la guerra de Gaza empiezan a remitir por una reconfiguración del movimiento de las naves.

Según ha explicado el director general de la empresa pública, José Alberto Carbonell, durante la presentación de los resultados anuales del Puerto, en las primeras semanas después del inicio de los ataques de los hutíes de Yemen dirigido al sur de Israel, el tráfico de mercancía se ralentizó entre 10 y 20 días, dependiendo del puerto de destino, dado que la navegación por el Cabo de Buena Esperanza en vez de por el Canal de Suez es entre 10 y 12 días más larga.

Una vez superado el primer golpe, los tiempos se empiezan a «estabilizar», a base de incrementar la capacidad de los armadores. Además, se ha detectado cambios en la configuración y movimientos de las naves, que ha subido el número de transbordos en este 28% en comparación con el año pasado.

Un 2024 incierto

«En 2024 el tráfico en los puertos dependerá de la evolución de la economía mundial, del crecimiento de las economías chinas y europeas que determinaran si el comercio subo y baja, así como de los conflictos bélicos», ha remarcado Lluís Salvadó, presidente del Port de Barcelona.

Todos estos retos llegan tras un 2023 lleno de luces y sombras para el principal puerto catalán, que ha sufrido las consecuencias de la incertidumbre económica global. La autoridad portuaria catalana cerró 2023 con un beneficio de 50 millones de euros, un 20% menos que en el año anterior por el aumento de los gastos generales, sobre todo los asociados a la reordenación de las terminales de cruceristas, así como por el bajón en el tráfico de mercancías y otros efectos contables.

El Puerto reduce beneficios

La empresa pública alcanzó una facturación de 189 millones de euros, lo que supone volver a batir el récord anotado en 2022, cuando la cifra de negocio fue de 181 millones de euros. Sin embargo, este aumento proviene, básicamente, de la finalización de los beneficios del Plan de Recuperación que el Port puso en marcha en 2021, para hacer frente a los efectos negativos de la pandemia.

Miriam Alaminos, subdirectora general y responsable Económica Financiera del puerto, ha remarcado que los ingresos regulares de las infraestructuras se han mantenido estables, pese a una bajada del 9,8% del tráfico de mercancías. En parte, la mejora de la cifra de negocio se debe al incremento de las tasas que pagan las navieras y empresas asociadas para usar las infraestructuras y servicios del puerto, sobre todo en los pasajes que pagan los cruceristas.

Concretamente, los ingresos por el uso de sus espacios se elevaron un 6% hasta los 88 millones de euros, mientras que la tasa para el uso de concesiones creció en un 4,7%, alcanzando los 90 millones de euros.

Aun así, la mejora de la facturación no fue suficiente para mitigar el golpe del aumento de los gastos. El Port anotó un resultado de explotación de 44 millones de euros, un 18,5% menos que en el pasado 2022, un año en el que la infraestructura también logró unas ganancias récord. Esta caída, asegura Alaminos, es fruto de los gastos asociados a la reordenación de las terminales de carga de cruceristas, actualmente concentradas en el Muelle Adosado, una estación más alejada del centro de la ciudad. Además, también han aumentado los gastos contables y laborales.

Pese al efecto positivo del resultado financiero, que crece un 77% hasta los 14 millones de euros por los dividendos reportados por las empresas en las que participa y por la subida de los tipos, el resultado final después de impuestos se ha quedado en estos 50 millones.

La polémica de los cruceros

Otro de los grandes retos que deberá asumir el Puerto de Barcelona es el creciente número de cruceristas, después de un 2023 en el que se alcanzó un récord histórico con 3,5 millones de movimientos. En plena polémica por una supuesta saturación de la ciudad, Salvador ha asegurado que el número de barcos para turistas que llegaron a la costa catalana se mantendrá estable, en cerca de 800.

«Estamos haciendo esfuerzos para incrementarlos cruceros de puerto base y los cruceros más pequeños, que tienen un mayor valor añadido. La capacidad de cruceros que llegaran en 2024 se mantendrá estable», ha concluido.

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