La utilidad de la ‘excepción ibérica’ del Gobierno queda en entredicho por las olas de calor

Mucho calor, poco viento y escasas lluvias dejan los planes para topar el gas en entredicho, sobre todo porque no se pueden controlar

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. EFE/Chema Moya

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La ‘excepción ibérica’ ha tenido una entrada en vigor muy accidentada. El mecanismo puesto en marcha por parte del Gobierno español junto a Portugal para poner un tope al precio del gas que entra en el sistema, y que marca generalmente los costes del mercado mayorista, se ha visto afectado por diversos condicionantes climáticos. El problema es que de persistir en el tiempo puede provocar que esta medida no tenga los resultados esperados. 

Y es que cuando el Ministerio para la Transición Ecológica desarrolló la denominada ‘excepción ibérica’ no tuvo muy en cuenta todos los factores adversos -pronunciados- que podían introducir las diversas variables climáticas. La primera de ellas ha sido la ola de calor histórica que ha vivido España durante los primeros días de junio, y que ha coincidido con la entrada en vigor del tope del gas. 

Lo demás ha sido un cúmulo de factores que han impactado de manera directa. Así, la ola de calor ha provocado un aumento en el consumo eléctrico derivado del uso intensivo que se ha hecho de los aires acondicionados. Por lo tanto, se ha necesitado la introducción de mayor electricidad en el sistema. Algo que no hubiera sido problema de no haber sido por otros dos factores atmosféricos. 

Por un lado, la ola de calor ha generado que la canícula propia de estas fechas se haya visto potenciada, y esto afecta en el rendimiento de la energía fotovoltaica. En este caso de manera negativa, puesto que a la misma exposición solar se puede generar menos energía. De igual modo, con respecto a la tecnología eólica, la extraña ola de calor ha provocado unos muy bajo niveles de viento

Con estos factores, han tenido que ser los ciclos combinados impulsados por gas natural los que hayan tenido que salir al rescate del sistema eléctrico. El problema, según señalan los expertos, es que las olas de calor del verano pueden volver a provocar los mismos problemas. A todo esto hay que sumar el severo problema que sufre España este año en materia de hidraulicidad. Los pantanos están bajo mínimos, y las lluvias no llegarán hasta el otoño. Si las centrales hidroeléctricas no pueden entrar con normalidad en el sistema, también provoca que sea el gas quien tome protagonismo. 

Y más tarde llegará el invierno. Aquí, de nuevo, puede haber olas de frío que disparen el consumo de electricidad. Y en ese caso, además, el coste del mercado mayorista puede ser mayor, puesto que la ‘excepción ibérica’ tiene previsto en su mecanismo que dicho tope vaya en aumento.

Unos precios que no bajan 

Y en este contexto, el precio promedio de la luz para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista subirá este martes un 4,4% con respecto a este lunes, hasta los 270,17 euros por megavatio hora (MWh).  Este aumento, que sigue al de este lunes (258,68 euros/MWh), se produce después de los descensos registrados en el fin de semana, coincidiendo con la caída de la demanda y con el final de la ola de calor. 

Este precio para los clientes del PVPC es producto de sumar el precio promedio de la subasta en el mercado mayorista y la compensación que pagará la demanda a las centrales de ciclo combinado por la aplicación de la ‘excepción ibérica’ para topar el precio del gas para la generación de electricidad. 

Los precios de la luz siguen anormalmente altos, y por el momento seguirán así

El mecanismo ibérico, que entró en vigor el pasado 15 de junio, limita el precio del gas para la generación eléctrica a una media de 48,8 euros por MWh durante un periodo de doce meses, cubriendo así el próximo invierno, periodo en el que los precios de la energía son más caros.  En concreto, la ‘excepción ibérica’ fija una senda para el gas natural para generación de electricidad de un precio de 40 euros/MWh en los seis meses iniciales, y posteriormente, un incremento mensual de cinco euros/MWh hasta la finalización de la medida.  

El Gobierno limitaba en sus cálculos a un 15,3% la rebaja en el recibo al consumidor de electricidad medio acogido a la tarifa regulada PVPC durante los 12 meses de aplicación del tope aprobado a la generación de electricidad a partir de gas natural, según consta en la memoria de impacto que acompaña el decreto ley y a la que ha tenido acceso Europa Press. 

Para el consumidor industrial, totalmente expuesto al precio ‘spot’, el Gobierno estimaba una rebaja de entre el 18% y el 20%, oscilando el primer mes del mecanismo entre el 15% y el 17%, y entre el 13% y el 15% en el último. 

Raúl Masa

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp