El fabricante de motos Yamaha incorporará este mes 90 trabajadores en su planta de Palau Solità i Plegamans, que tiene una plantilla de más de 400 personas, para afrontar el incremento de producción previsto, después de un cambio organizativo por el que habrá menor actividad en la fábrica durante el verano mientras que concentrará los meses menos productivos.
Según confirmaron a Europa Press fuentes de la multinacional japonesa, los 90 trabajadores proceden de la bolsa de fijos-discontinuos que tiene la empresa. Estos trabajadores, que debían incorporarse a la factoría catalana en enero, avanzarán así su entrada en la planta tres meses.
El cambio en el ciclo productivo consiste en concentrar en los meses de julio, agosto y septiembre el período productivo más flojo, que coincide con el período de vacaciones. Esta alteración en el proceso tiene el acuerdo de los representantes de los trabajadores.
La empresa ha justificado la medida por la «buena marcha» de las ventas del nuevo modelo de scooter ‘X-max’ que, según las previsiones de Yamaha, copará el 62% de las 68.010 unidades que saldrán de la fábrica catalana el 2010, un 40% más que el año pasado.
Esta nueva motocicleta ha implicado una inversión de casi cinco millones en la fábrica de Palau, y la marca confía en ella para remontar los resultados después de un 2009 en el que Yamaha España registró los primeros números rojos de su historia en este mercado.
La primavera pasada, la factoría catalana también comenzó a producir una motocicleta de gran cilindrada. Se trata del primer modelo de 660 centímetros cúbicos que acogen las instalaciones catalanas, que procede de Italia y del que saldrán 1.700 unidades hasta finales de año.