¿Crisis en el lujo? Esta conocida firma recorta 400 puestos de empleo en su sede central
El grupo austriaco Swarovski ha anunciado un plan de reestructuración que contempla el recorte de 400 puestos de trabajo en su sede central en Wattens, Austria.
La reducción forma parte de una estrategia para ajustar la compañía ante la caída del negocio B2B en dicha ubicación, afectada también por las difíciles condiciones macroeconómicas globales y los altos costes de producción en Austria.
Esta reestructuración se llevará a cabo hasta finales de 2026 y busca mantener la competitividad de la empresa en un mercado cada vez más exigente.
Actualmente, la plantilla de Swarovski en Wattens cuenta con aproximadamente 2.480 empleados, cifra que se reducirá a unas 2.100 personas tras los despidos, salidas voluntarias y jubilaciones previstas por la empresa.
Los despidos comenzarán efectivamente en enero de 2026 y se complementan con una propuesta de reducción del 10% en la jornada laboral para el personal, así como la supresión del turno nocturno, reduciendo los tres turnos a solamente dos.
Causas justificadas para Swarovski
La empresa atribuye esta disminución del empleo fundamentalmente a un debilitamiento del negocio B2B en esta sede, donde la mayoría de los clientes son empresas.
Además, destaca la falta de perspectivas positivas para el mercado chino y para el sector del lujo en general, un ámbito en el que Swarovski actúa con fuerte competencia internacional y ciclos de demanda cambiantes.
La decisión también se justifica en los elevados costes de producción que implica fabricar en Austria, incluyendo gastos elevados en mano de obra, energía y materias primas, que afectan la rentabilidad operativa.
Swarovski lleva desde 2020 implementando recortes progresivos en el centro, habiendo reducido ya en ese momento más de 1.200 empleos de los 4.600 que trabajaban en la planta.
Evolución financiera
A pesar de esta reestructuración, Swarovski cerró su último ejercicio fiscal de 2024 con un crecimiento del 6% en ingresos, alcanzando los 1.906 millones de euros, y registró una mejora a doble dígito en su EBITDA, además de obtener un resultado operativo positivo por primera vez en cinco años.
Los resultados fueron impulsados por un aumento tanto en productividad como en el interés propio por la marca, apoyada en colecciones atractivas y una experiencia de venta inmersiva que incluye un renovado posicionamiento orientado al lujo accesible o «Pop Luxury».
La compañía, fundada en 1895 por la familia Swarovski, mantiene una red de más de 2.300 tiendas en 140 países y continúa adaptándose a las tendencias globales con una oferta de productos que abarca desde cristal tallado hasta joyería y cosmética.
El CEO Alexis Nasard ha comunicado que, a pesar de la persistencia de la inestabilidad en el entorno operativo durante 2025, la empresa se mantiene concentrada en la ejecución disciplinada de su estrategia LUXignite, que ha revitalizado la imagen y mejores resultados de la compañía, así como en inversiones estratégicas y control financiero riguroso.
Swarovski encara 2026 con la intención de consolidar su crecimiento rentable y elevar aún más la relevancia cultural y comercial de la marca, manteniendo su apuesta por la innovación y la sostenibilidad.
A pesar de los recortes, la compañía busca equilibrar la eficiencia y adaptabilidad con la creatividad y la tradición que caracterizan a su legado.