El PP presiona a los accionistas de Repsol para que releven a Brufau

Con el propósito de aproximar las grandes corporaciones españolas a sus tesis, el área económica del Gobierno y algunos altos cargos de Moncloa han iniciado movimientos para presionar a los principales accionistas de Repsol y lograr que se produzca un relevo en la cúpula directiva de la petrolera española.

En ambos entornos políticos se promueve la salida de Antoni Brufau como presidente del consejo de administración con argumentos diferentes: su nombramiento se produjo tras la victoria socialista de José Luis Rodríguez Zapatero (Brufau sustituyó entonces a Alfonso Cortina, que también fue promovido por Aznar al alcanzar el poder para relevar a Óscar Fanjul); Brufau acumula ocho años al frente de la compañía; su gestión ha suscitado diferentes controversias y, finalmente, hasta Argentina presiona en ese sentido para negociar con España cualquier arreglo a las deterioradas relaciones diplomáticas producto de la nacionalización de YPF.

Aunque ese relevo requerirá la aquiescencia de los principales accionistas (La Caixa, Sacyr y Pemex), en los principales cenáculos de Madrid han comenzado a circular algunos nombres que se postularían para optar a la presidencia. Entre otros, el actual presidente de Endesa (Borja Prado) y el de Vueling (Josep Piqué).

Vinculado a los socialistas

Juan Abelló, otro de los consejeros destacados de Repsol, mantiene unas relaciones “mejorables” con el presidente de la empresa. De hecho, al actual máximo responsable de la energética se le asocia con el anterior Gobierno y con el que fue su ministro de Industria, Miguel Sebastián. De acuerdo con las fuentes consultadas en el entorno popular, el relevo de Brufau debería producirse durante el año en curso.

Los tres primeros accionistas de la petrolera son Caixabank (12,53%), Sacyr (9,73%) y Pemex (9,43%)