El regulador postal protege el monopolio de Correos

La Comisión Nacional del Sector Postal niega a los operadores privados información sobre los costes reales del servicio público, tal y como prevé la ley

El de Correos es un monopolio público al que ningún gobierno, sea del color que sea, se atreve a hincar el diente. Las fórmulas para preservar su estatus son variadas: hacer la vista gorda con el cumplimiento de la ley, ampararse en normativas no desarrolladas o incluso esperar a que sea la Comisión Europea la que intervenga para abrir un sector a las mínimas normas de competencia.

Esa es la principal reivindicación del sector postal privado español, que reúne a gran número de empresas en varias asociaciones empresariales que han emprendido una cruzada ante el Gobierno y las instituciones comunitarias ante la opacidad de Correos y la cicatería del organismo regulador –la Comisión Nacional del Sector Postal (CNSP)– para revertir esa extraña situación.

Acceso a la contabilidad

La Asociación Empresarial Española de Empresas de Carga Fraccionada (AECAF) y la Asociación Española de Couriers Internacionales (AECI) solicitaron a mediados de 2012 a la Comisión Nacional del Sector Postal el acceso a la contabilidad analítica de Correos y a sus auditorías para constatar que no existen distorsiones de la competencia en el sector postal.

La CNSP ha denegado esta información escudándose en la inexistencia de normativa para que los operadores privados accedan a las cuentas de Correos. Independientemente de la ausencia de la normativa desarrolladora de la ley postal, la CNSP aventura en su respuesta a las asociaciones del sector que no tienen derecho de acceso a esa contabilidad analítica de Correos, y sólo al conocimiento del coste neto del servicio postal.

Fondos del Estado

Tanto los competidores, como la comisaria de Competencia de la UE sospechan que el ente público español ejerce prácticas restrictivas de la competencia al sufragar parte de sus actividades liberalizadas (paquetería, comercio electrónico…) con los fondos procedentes del Estado para prestar el servicio postal universal, del que Correos es prestatario.

De acuerdo con las opiniones del sector, Correos y Telégrafos, con la connivencia del Gobierno, están paralizando el desarrollo de la ley postal. La falta de transparencia, aseguran, perpetúa el monopolio e impide que los operadores privados puedan acceder en igualdad de condiciones a la prestación del servicio.

“Sin que exista desarrollo normativo, la CNSP determina ya por su cuenta quién tiene acceso a qué y adelanta que nunca abrirá las cuentas de Correos para preservar su información comercial. En estas condiciones, la transparencia y competitividad en el sector postal resultan imposibles Las cuentas de Correos son completamente opacas y no permiten distinguir qué servicios se cubren con la aportación estatal para el Servicio Postal Universal y cuáles no”, aseguran fuentes del sector consultadas por Economía Digital.

Economía Digital

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