Esta empresa con 60 años de historia entra finalmente en concurso de acreedores tras despedir a 133 trabajadores
Pese a estar en una situación crítica, la empresa sigue confiando en atraer a un inversor que reactive la actividad
Una crisis sin precedentes provocó la caída de una histórica empresa
El concurso de acreedores ha sido la decisión que se ha visto obligada a tomar una empresa con 60 años de historia. Hablamos de Frost-trol, compañía con una gran relevancia en la provincia de Castellón, concretamente en el municipio de Cabanes, donde se encuentra la sede central. Ya en el mes de enero se declaró en precuncurso.
Frost-Trol es una empresa especializada en la fabricación de muebles de refrigeración comercial. Fue fundada en el año 1955, cumpliendo 60 años de trayectoria. Desde su nacimiento, ha ido evolucionando hasta convertirse en un referente del sector, ofreciendo soluciones eficientes, sostenibles y tecnológicamente avanzadas para la conservación de productos perecederos en puntos de venta.
Aunque la sede se encuentra en Castellón, sus productos se distribuyen por todo el mundo, especialmente en supermercados y grandes superficies, llegando a tener oficinas en París, Dubái y México. La empresa diseña y fabrica una amplia gama de vitrinas y muebles refrigerados para refrigeración positiva y negativa.
La estética también juega un papel clave en los productos de Frost-Trol. Uno de sus objetivos es cuidar el diseño de sus frigoríficos para integrarse en entornos comerciales modernos, mejorando la experiencia del cliente y la visibilidad del producto. Gracias a este enfoque innovador, orientación al cliente y compromiso con el medio ambiente, se consolidó como una marca de referencia en el sector.
No obstante, en el año 2021, la compañía vivió una situación que les ha llevado prácticamente a la quiebra, acudiendo a concurso de acreedores como salvavidas. Todo comenzó cuando uno de sus comerciales gestionó un pedido de frigoríficos con una empresa francesa, la cual fue cancelada. El trabajador no informó a sus superiores, por lo que la producción continuó como si nada hubiera pasado.
Esta situación provocó una gran caída económica para Frost-Trol, ya que se fabricó un stock valorado en 14 millones de euros que finalmente no se comercializó. Ante esta situación, la empresa tuvo que aumentar sus necesidades de financiación, lo que hizo que su pasivo se disparara, pasando de 3,3 millones de euros en 2020 a 21 millones en 2021. Ahora han entrado en concurso de acreedores para tratar de salvarse.
El concurso de acreedores para buscar inversión
Frost-trol entró el martes 24 de junio en concurso de acreedores, una semana después de despedir a sus 133 empleados. La empresa ve esta situación como su última oportunidad para sobrevivir mediante la venta de su unidad productiva a un inversor interesado. Toda esta situación, provocada por una delicada situación financiera provocada por el fraude interno que ocurrió en 2021.
Según CastellónPlaza, durante los últimos meses, la compañía ha mantenido conversaciones con varios potenciales compradores, tanto nacionales como internacionales, aunque las negociaciones no fructificaron antes de agotar el plazo legal del preconcurso, que se inició en enero, por lo que se han visto obligado a presentar el concurso de acreedores.
Según fuentes internas, el mayor interés lo ha mostrado un inversor europeo, que podría formalizar su propuesta durante la subasta prevista en el marco del procedimiento concursal, que podría resolverse en los próximos 6 meses. En el peor de los casos, podría demorarse hasta dos años, una situación que dejaría a la histórica compañía muy cerca de desaparecer.
A partir de este momento, el futuro de Frost-trol dependerá de la valoración que realicen tanto el administrador concursal como el juzgado de lo Mercantil. También será clave el respaldo de los acreedores a cualquier operación de venta que se presente, ya que son quienes deben aceptar o denegar la operación.
La plantilla sufrió los primeros coletazos
Desde lo sucedido en el año 2021, la empresa no ha logrado superar la situación, a pesar de que ha puesto en marcha distintos ajustes para tratar de garantizar su viabilidad. Algunas de las medidas fueron recortes de plantilla a través de ERTE y ERE, una refinanciación de su deuda y la simplificación de su catálogo de productos.
En enero de 2025, Frost-trol formalizó su entrada en preconcurso, y la semana pasada ejecutó el cierre definitivo con el despido colectivo de toda su plantilla, que tendrá que esperar cuál es la decisión final que se toma en el concurso de acreedores. Pese a la complejidad, la empresa sigue confiando en que su trayectoria y activos industriales atraigan a un comprador que reactive la actividad.