Endesa sufre un hachazo fiscal de 109 millones por la ‘tasa verde’ catalana

La compañía dirigida por José Bogas paga una tasa medioambiental en Cataluña que es una forma de triple tributación por conceptos que ya abona

Sede Endesa. Wikimedia Commons

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Las grandes compañías, en mayor o menor medida, suelen afrontar con resignación la alta presión fiscal que tienen -sobre todo en comparación con la tibieza que se ofrece por ejemplo con los gigantes tecnológicos americanos-. El caso de Endesa con el Impuesto Medioambiental Catalán es un ejemplo de ello. La eléctrica paga más de 100 millones de euros al año por un gravamen que supone casi una triple imposición con respecto a los impuestos y tasas que ya paga a nivel nacional por la misma actividad.

En concreto, según se desglosa en sus resultados anuales pertenecientes a 2021, la compañía dirigida por José Bogas abonó en este concepto un total de 109 M€, que se suma a los 54 millones que ya pagó en 2020, correspondientes al segundo semestre del año, puesto que la tasa se implantó en los meses de verano del pasado ejercicio.

Entre otros aspectos, esta Ley -que nació hace dos años- recoge la creación y regulación de un impuesto sobre las instalaciones que tienen impacto en el medio ambiente en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Cataluña. En concreto, este impuesto grava la producción, almacenamiento, transformación y transporte de energía eléctrica en Cataluña.

En el ámbito de la generación, se grava la producción de energía con una tasa general de 5 €/MWh, que será de 1 €/MWh para los ciclos combinados, quedando excluidas en todo caso la generación hidráulica y la generación con fuentes renovables, así como con biomasa, biogás, la cogeneración de alta eficiencia o con purines. En el ámbito del transporte se establece una cuota en función del nivel de tensión de las instalaciones, estando exentas las de tensión inferior a 30 kV y las instalaciones de evacuación de producción renovable.

Junto a este impuesto, hay otra serie de tasas que afronta Endesa en esta línea como el impuesto nuclear que asciende a 119 millones de euros; o la Tasa por Tratamiento de Residuos Radiactivos que suma un total de 210 M€ en el último año.

A vueltas con los impuestos

La situación que vive Endesa con la ‘tasa verde’ catalana tiene un reflejo en el sentimiento empresarial de la comunidad. En concreto, hace unas semanas Foment del Treball presentó un manifiesto en el que pidía al Govern que se eviten y corrijan de forma urgente todas las decisiones que «castigan a la industria» y, en concreto, el nuevo impuesto sobre las instalaciones que emiten gases de efecto invernadero y las limitaciones a la incineración de residuos.

Desde la patronal manifestaban una preocupación «máxima y de gran alcance» por la afectación de dichas acciones y han puesto énfasis en que el Pacte Nacional per a la Indústria (PNI) solo servirá si va acompañado de decisiones alineadas con una política industrial que atraiga inversiones y evite la marcha de la actividad.

«El momento en que se han impulsado las nuevas medidas no es el adecuado por parte del Govern», cuando la industria afronta un nuevo ciclo inversor y una crisis energética, aseguraban cuando explicaban las motivaciones del manifiesto.

Asimismo, estimaban que es un momento para defender las bases del PNI y transformar la industria hacia la «digitalización y la descarbonización», en vez de gravar con nuevos impuestos y añadir limitaciones.

Raúl Masa

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