El sector teme un frenazo en la innovación tras la compra de Aedas por Neinor a precio de derribo

A la espera aún de la autorización por parte de la CNMV de la OPA lanzada por Neinor sobre Aedas, el sector contiene la respiración ante la incertidumbre sobre cuáles serán los planes una vez se haya cerrado la operación. Sobre el papel, Neinor busca crear el mayor promotor residencial del país con una cartera conjunta de más de 43.000 viviendas, con lo que ello implica: apuesta por la inversión, innovación y desarrollo del sector.

Sin embargo, el precio ofrecido -un 30% por debajo del valor neto de los activos (NAV) de Aedas- ha generado inquietud sobre cuáles serán sus planes reales.

Y es que la operación plantea dudas sobre el futuro del modelo de negocio de Aedas, considerada una de las promotoras más innovadoras del mercado. Desde su creación, la promotora ha liderado iniciativas disruptivas hasta el momento como la industrialización de la construcción, la inteligencia artificial aplicada a procesos productivos o el foco en la sostenibilidad.

Su incorporación al perímetro de Neinor, tras una operación que no podemos olvidar que está respaldada por Apollo -un fondo con un enfoque orientado a la rentabilidad financiera- podría suponer un cambio de rumbo.

Esto está por ver, pero lo que algunos expertos apuntan es que la operación, que podría parecer una consolidación empresarial, corre el riesgo de convertirse en una concentración que limite la competencia y frene el progreso tecnológico del sector. Y esto ocurriría en un momento clave para España, con un objetivo de aceleración de la producción de vivienda.

En este contexto, el acuerdo con Castlelake, principal accionista de Aedas, es un hecho, pero está por ver lo que los accionistas minoritarios deciden y será clave. Su decisión puede bloquear la operación o forzar una mejora en las condiciones. Por el momento, todo apunta a que no están por la labor de allanar el camino de Neinor.