La crisis del coronavirus ha destruido ya 122.000 empresas

España pierde siete años de recuperación en cuanto al número de empresas, con una disminución de un total de 122.000 compañías (un 8,2% del total)

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Más de 122.000 empresas y autónomos se han quedado ya por el camino por la crisis del coronavirus. Éste era uno de los principales riesgos y ha superado todos los antecedentes. Las cifras de empresas activas recopiladas por la Seguridad Social muestran que la crisis ha tardado muy poco en destruir tejido productivo. En el mes de marzo se perdieron 122.000 empleadores en España, un 8,2% del total de empresas activas. Esta estadística estará desagregada por sectores y tamaño de las empresas dentro de un mes, por el momento, solo está disponible el dato total de empresas con trabajadores a su cargo.

Concretamente, en España había 1.489.733 empleadores activos al cierre de febrero, y en el último día de marzo quedaban 1.367.493 empleadores. Esto significa el descenso más grande de la historia de los registros. El peor dato mensual registrado era el de diciembre de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, cuando se perdieron 27.200 empresas. La destrucción de tejido productivo en marzo fue, por lo tanto, cuatro veces superior al peor mes de toda la serie histórica, que se inició en enero de 1994.

En datos absolutos, el resultado de finales de marzo —con poco más de 1,3 millones de empresas con trabajadores— es el dato más bajo desde enero de 2013, cuando España todavía estaba saliendo de la crisis. Esto hace retroceder al país siete años en cuanto al número de empresas activas. Y es probable que esta cifra se sobrepase en el mes de abril, como apunta el periódico digital El Confidencial.

Los ERTE no cuentan como bajas

Es de esperar que se trate, en mayor parte, de microempresas y autónomos empleadores que hayan cesado su actividad por las medidas de confinamiento aprobadas, teniendo en cuenta que es la parte más frágil de todo el tejido productivo. La capacidad para sobrevivir sin ingresos y sin actividad es muy limitada para este tipo de empresas. Las medidas para garantizar la liquidez se han quedado en un impulso insuficiente para muchas compañías.

España, además, tiene un gran número de pymes —pequeñas y medianas empresas— por lo que es especialmente vulnerable a estas fases de la crisis. Y sus actividades se concentran en sectores poco productivos con mucha mano de obra barata: turismo, ocio, comercio y construcción. Estas actividades concentran, también, la mayor parte del empleo destruido en marzo. Nada menos que el 60% de los empleos destruidos en marzo pertenecía a uno de estos cuatro sectores.

Las empresas que hayan realizado ERTEs no figuran como dadas de baja teniendo en cuenta que sus trabajadores siguen dados de alta en la Seguridad Social. Por lo que los resultados indican un número real de pérdida de tejido productivo, que podría no reactivarse.

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