La desaparición de Bankia y Liberbank reduce el mapa bancario español a diez grupos

José Ignacio Goirigolzarri y Manuel Menéndez han permanecido como los hombres fuertes de las entidades en las que se han fusionado

El presidente de Bankia, ahora de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Bankia y Liberbank ya no existen, han sido las últimas víctimas del proceso de consolidación bancario vivido en España en los últimos trece años, desde la Gran Recesión. Pero José Ignacio Goirigolzarri y Manuel Menéndez se han mantenido como los hombres fuertes de los bancos donde se han integrado. 

El banco madrileño desapareció en marzo después de fusionarse con Caixabank y crear el mayor banco del país por número de activos. El asturiano hacía lo propio en julio, tras ser absorbido por Unicaja. De esta manera, el número de bancos cotizados se ha reducido a seis y el mapa bancario español ha pasado a contar con diez grandes grupos, aunque son más de 200 entidades de crédito las que hay registradas en nuestro país según datos del Banco de España.   

Tras Caixabank, que acumula más de 640.000 millones de activos, está BBVA que cuenta con otros 400.000 millones y el Banco Santander, que suma otros 360.000 millones solo en España. Banc Sabadell, con algo más de 200.000 millones, junto a Unicaja y Bankinter, con más de 100.000 millones en balance cada uno cierran el pódium de bancos más grandes de España. Todos ellos cotizan en la Bolsa española.  

Le siguen Abanca, Kutxabank, Ibercaja y Cajamar, que también cuentan con activos que van desde los 50.000 hasta los 75.000 millones de euros. De momento, ninguna de estas cuatro entidades cotiza en bolsa, pero este 2022 tiene previsto hacerlo Ibercaja, probablemente en el segundo trimestre. 

El mapa bancario español ha cambiado mucho desde la anterior crisis financiera. Los bancos más grandes se han ido comiendo a otros más pequeños y por el camino se han quedado -principalmente- decenas de cajas de ahorro además de Banesto, Banco Popular o BMN, a los que este 2021 se suman Bankia y Liberbank. 

Bankia nació en 2010 tras la unión de Caja Madrid, Caja de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y La Rioja. Bancaja se incorporó poco después. La entidad, presidida entonces por Rodrigo Rato salía a bolsa en julio de 2011. Pero su historia dio un giro de 180 grados solo diez meses después, no solo porque el debut bursátil acabara en los juzgados también, porque tuvo que ser rescatada. 

Rodrigo Rato, durante la salida a bolsa de Bankia. EFE
Rodrigo Rato, durante la salida a bolsa de Bankia. EFE

En concreto, la entidad recibió 22.424 millones de euros por parte del Estado español y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se convirtió en el máximo accionista con el 68,3% del capital social. En adelante su presidente fue José Ignacio Goirigolzarri, que ahora se ha mantenido como número uno en Caixabank.  

En 2017 y después de que Bruselas le diera permiso, el FROB decidió integrar a Banco Mare Nostrum (BMN), que también había sido rescatado con otros 1.800 millones, en Bankia. Se convertirían así en el cuarto banco más grande por activos.  

BMN, a su vez, estaba integrado por las antiguas Caja Murcia, Caja Granada y la balear Sa Nostra. En septiembre de 2020, cuando Bankia anunció su fusión con Caixabank, apenas había devuelto algo más de 3.000 millones al Gobierno a través de dividendos y ventas de capital. 

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, en la reunión para cerrar la fusión.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, en la reunión para cerrar la fusión.

Tras la fusión, el Estado ha reducido su participación hasta el 16,1% convirtiéndose en el segundo accionista de referencia tras la Fundación La Caixa, que posee un 30% del capital social. El Gobierno debería haber salido de Bankia en diciembre de 2017, pero después el plazo se amplió a diciembre de 2019 luego a diciembre de 2021 y ahora, ya con Caixabank, hasta finales de 2023.  

Con la integración en la entidad catalana se acabó la única posibilidad que existía de convertir a Bankia en una entidad pública, tal y como había defendido Unidas Podemos en varias ocasiones. Caixabank se ha convertido por tanto en la suma de 18 cajas de ahorro, al igual que Unicaja Banco, que engloba a más de una decena. 

La malagueña nace con la unión de Caja de Ronda, Caja de Málaga, Caja de Antequera, Caja de Cádiz y Caja de Almería. Más tarde se uniría Caja Jaén y Ceiss (formado por Caja España y Caja Duero) y desde el pasado mes de julio, el asturiano Liberbank, que a su vez estaba formado por Cajastur, Caja de Extremadura, Caja Cantabria y Banco Castilla-La Mancha. 

El presidente de Unicaja, Manuel Azuaga y el presidente de Liberbank, Manuel Menéndez durante la presentación del proyecto común de fusión.
El presidente de Unicaja, Manuel Azuaga y el presidente de Liberbank, Manuel Menéndez durante la presentación del proyecto común de fusión.

Liberbank llevaba diez años en pie y Manuel Menéndez ha estado casi siempre al mando, primero como presidente y luego como consejero delegado. Ahora también asume la función de CEO dentro de Unicaja. La entidad con sede en Gijón ya estuvo en conversaciones en 2018 con Unicaja para una posible fusión. También con Ibercaja, e incluso recibió una opa de Abanca. Pero ninguna llegó a buen puerto, todas las negociaciones se rompieron. 

Finalmente, Unicaja y Liberbank decidieron reconciliarse el pasado mes de octubre y volver a negociar una fusión que se aprobó en diciembre y se materializó este verano. En concreto, el último día de cotización del asturiano fue el 30 de julio, cuando se despidió de bolsa española donde había debutado en mayo 2013. 

El Banco de España y sobre todo, el Banco Central Europeo, insisten en que el proceso de consolidación -aunque ya avanzado- no debería acabar, y abogan incluso por dar paso a las fusiones transfronterizas. En España solo ha quedado por el camino la fusión de BBVA y Banc Sabadell, que también se anunció en 2020 aunque fue la única que no prosperó.

Preguntados sus presidentes y consejeros delegados por todos los periodistas en todas las presentaciones de resultados a lo largo de 2021 por si volverían a darse una oportunidad, parece que unos están más dispuestos que otros, de manera que habrá que esperar a 2022 para ver si finalmente hay matrimonio, o no.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp