La expansión de Cacaolat continúa: ahora Portugal

Cuatro años después de presentar concurso de acreedores, la marca de batidos catalana se vende en 17 países

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Cuando en 2011 Cacaolat estaba en concurso de acreedores, en plena caída del grupo Nueva Rumasa, al que pertenecía, el futuro de la mítica marca catalana de batidos se auguraba poco halagüeño. Cuatro años después, no sólo ha dejado atrás los problemas económicos sino que se encuentra en plena expansión internacional. El último mercado en el que ha desembarcado, y ya van 17, es el portugués.

Las primeras impresiones en el mercado luso, que Cacaolat acaba de estrenar, son buenas y espera «afianzarse con fuerza», según ha explicado en un comunicado la compañía propiedad de Damm y la familia Daurella, principal accionista de Coca Cola Iberian Partners. La marca es optimista ya que el consumo de batidos de chocolate por persona en Portugal triplica el de los españoles.

Cacaolat ha entrado en Portugal de la mano de Sumol-Compal, fabricante de zumos que además distribuye marcas como Pepsi, 7up, Gatorade, Lipton o la propia Damm. Así, los batidos catalanes están ya en 350 supermercados e hipermercados y en 6.000 bares.

Sólo el 22% fuera de Cataluña

La compañía inició su internacionalización en 2012 con el fin de diversificar geográficamente su negocio, muy centrado todavía en Cataluña, donde concentran el 78% de sus ventas. El mercado español, así como el internacional, son ahora los retos de una marca que ha conseguido recuperar lo perdido en su feudo, Cataluña, a raíz del concurso de acreedores y la falta de abastecimiento en algunos puntos de venta.

Ya se puede beber Cacaolat en 17 países. Además de España y Portugal, está a la venta en mercados como los del Reino Unido, Irlanda, Suecia, Croacia, Chequia, Rusia, Marruecos, Argelia, Costa Rica, Cabo Verde, Taiwán y Azerbaiyán. La expansión no va a quedarse ahí y en los próximos meses la compañía tiene previsto continuar entrando en nuevos mercados.

En crecimiento

Cacaolat prevé mejorar también sus resultados, después de conseguir beneficios operativos en 2014 por primera vez desde que fuera comprada y sacada del concurso de acreedores por Damm y Cobega. El año pasado, la compañía facturó unos 50 millones de euros y logró un beneficio operativo de 4,5 millones.

Para conseguir mejorar sus ventas, la marca no sólo se centra en llevar a otros países su batido creado en 1933, sino que ha lanzado productos como el Cacaolat 0% y el Cacaolat Upp! para llegar a un nicho más amplio de mercado.

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