Cinco trucos de Mercadona y Lidl para que compres más sin que lo sepas

Ambas cadenas de supermercados tratan de manipular a los clientes con tal de estimular las ventas con la música o la distribución de los productos

Los desodorantes naturales que triunfan en Mercadona.

El postre más dulce y saludable de los estantes de Mercadona

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Mercadona y Lidl son los dos reyes del supermercado español. Son el líder del sector y la compañía que más crece. Y más allá de por una apuesta por productos innovadores y una agresiva política de precios, lo son por las estrategias de marketing a las que recurren con tal de sugestionar al cliente y que compre más de lo que tenía pensado al entrar en el establecimiento.

Así, ambas empresas utilizan la distribución de los productos, el tamaño de los envases o la música con tal de que el comprador engorde la factura. Estos son algunos de los trucos más utilizados:

1. Carros más grandes

Es una de las tácticas más efectivas de las grandes cadenas de supermercados. Cuanto mayor es el carro, de más productos lo puedes llenar, algo que hacen muchos compradores españoles si no llevan una lista de la compra definida. Además, tener más espacio en el carro hace que inconscientemente tratemos de llenarlo.

2. La fruta, a la entrada

La organización se repite en prácticamente todos los supermercados: la fruta está en la entrada, casi siempre en primera fila. El motivo es simple, al verse desde la puerta del Mercadona o el Lidl de turno, asociamos la imagen de la fruta y la verdura con la comida saludable.

3. Los imprescindibles, escondidos

En cambio, los productos imprescindibles se sitúan al fondo del establecimiento para que los compradores deban recorrer el supermercado entero. Así, para encontrar la leche, los huevos o la pasta, antes se verá obligado a pasear por las estanterías de dulces o snacks, donde quizás termina por llevarse algo al carro.

4. La música

Para crear una atmósfera agradable, Mercadona y Lidl recurren a la música: si no tienes prisa, más productos comprarás. Por tanto, las melodías lentas convierten el supermercado en un lugar tranquilo, en el que los clientes se sienten con todo el tiempo del mundo para mirar los productos.

5. Los productos más interesantes, a la altura de los ojos

El último de los recursos es el de colocar los productos que más ansias tienen de vender a la altura de los ojos con tal de llamar nuestra atención. Los básicos, en cambio, están arriba o abajo, pues los clientes los adquirirán igualmente. El truco también se utiliza para los niños, pues las golosinas y los juguetes se acostumbran a colocar en su campo visual para que presionen a sus padres.

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