Navidul burla la norma de calidad del jamón ibérico

Piezas de jamón de cebo ibérico de Navidul incumplen con la normativa que regula los requisitos de producción y etiquetado de los productos ibéricos

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El fabricante de jamones Navidul tiene una sección en su web llamada «escuela de jamón» en la que, entre otras cosas, ofrece información veraz y de calidad sobre asuntos relativos a la producción y etiquetado del jamón ibérico y que se encuadran en la norma de calidad específica de ese producto. Lamentablemente, la empresa –parte del grupo Campofrío– no sigue al pie de la letra los escenarios que recoge en su «escuela de jamón» y que forman parte de las reglas oficiales que certifican la calidad del jamón ibérico.

Como bien recoge la «escuela del jamón» de Navidul en su web, los jamones ibéricos se deben etiquetar siguiendo una serie de estándares de calidad destinados a que los consumidores realicen una compra informada y segura de un producto que no estila ser asequible, por su exepcional método de fabricación. Por ejemplo, la última regulación sectorial (RD 4/2014) establece la colocación de bridas o precintos de plástico en la parte más alta de sus cañas, casi a la altura de la pezuña, que según qué color indicarán el grado de pureza racial ibérica (50%, 75%, 100%).

Una brida negra indica que el jamón en cuestión es de pura raza ibérica; es decir, que la genética de su materia prima es 100% ibérica y durante la fase de montanera o engorde se ha alimentado de bellotas en la dehesa, antes de su sacrificio. Esto, en el supuesto de que los fabricantes se acojan punto por punto a la norma de calidad del ibérico, algo de lo que Navidul no puede alardear, en el tanto hay jamones de la empresa comercializados en los supermercados Alcampo que portan una brida no oficial de color negro pese a no ser de la raza 100% ibérica, como indica la propia etiqueta.

Como puede observarse en la siguiente imagen, los hay jamones de cebo ibérico de la marca Navidul con precintos negros, cuando el jamón de cebo ibérico (de la variante 50% de raza ibérica y que proviene de un animal cruzado y engordado a base pienso en granjas) debe desplegar un precinto de color blanco, según la norma de calidad. Lo que es peor: la brida negra de este ibérico de Navidul no es de norma, sino propia, por lo que el jamón ha sido puesto a la venta en una gran superficie sin el precinto blanco oficial que por ley debe llevar en la parte superior de su caña.

NAVIDUL. 27 09 2019. ETIQUETADO DEFECTUOSO DE UNA PIEZA DE JAMÓN DE CEBO IBÉRICO. COLOCACIÓN INCORRECTA DE LOS PORCENTAJES DE RAZA Y COLOR INADECUADO DEL PRECINTO DE NORMA (1)
Jamón de cebo ibérico Navidul con un precinto negro y no blanco, a la venta en un supermercado de Alcampo en Getafe (Madrid). Fotografía tomada el 27 de septiembre de 2019

Esta supone una de varias vulneraciones a la norma de calidad del ibérico en las que incurre la firma Navidul solo con este producto. En breve se explicarán las demás. La información trasciende durante la misma semana en que este medio ha advertido a los consumidores de que la compañía de Campofrío Food Group importa materia prima de Polonia, Hungría y Alemania para fabricar jamones curados sin informar de ello en las etiquetas, y que varios de sus «jamones elaborados en Extremadura» están llenos de trucos para llamar la atención de los clientes en los lineales de las tiendas.

Navidul: irregularidades de su jamón de cebo ibérico

El Real Decreto 4/2014, de 10 de enero, aprobó la norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico. Entre otras novedades de este reglamento estaba «la exigencia del precintado de las piezas cárnicas obtenidas en el matadero, mediante precintos inviolables que deben permitir identificar el sistema de cría y alimentación del animal». De esta forma, una brida negra indica que es un jamón de bellota 100% ibérico, la roja es para el jamón de bellota ibérico (en variantes genéticas del 50% o el 75%), la verde para el jamón de cebo de campo ibérico, y la banca para el jamón de cebo ibérico, como recoge el Real Decreto.

La norma establece que los únicos productores que podrán utilizar sus propios precintos, aunque respetando los colores y menciones indicadas, son los de los jamones amparados por denominaciones de origen o indicaciones geográficas protegidas, que no es el caso de Navidul. «Los precintos se mantendrán en las piezas en todo momento, incluidos puntos de venta y establecimientos de restauración y no podrá colocarse ningún otro precinto adicional, por parte de cualquier operador o un tercero, salvo que respete los colores y menciones en caso de que las incluya, previstos en esta norma», añade el reglamento.

Varias fuentes del sector afirman que esta es una cuestión de «innegable gravedad» y, además, es «tolerada tanto por la entidad de certificación externa que audita a Navidul (AENOR) como por las autoridades de inspección de consumo, en este caso de la Comunidad de Madrid«, puesto que este jamón de cebo ibérico estaba el pasado viernes a la venta en el supermercado de Alcampo en el centro comercial Getafe 3 de la localidad madrileña. Desde Navidul, consultada por este medio y conocedora de la anterior imagen, se ha transmitido que «cumplimos estrictamente con todas las normativas vigentes relativas tanto al etiquetado como a la identificación de la procedencia de nuestros productos».

precinto blanco
Así es el precinto blanco que deberían llevar los jamones de cebo ibérico de Navidul a la venta en Alcampo

No es la única anomalía de la pieza de jamón de cebo ibérico de la empresa. La norma de calidad también recoge indicaciones sobre la designación del porcentaje de raza ibérica que debe incluirse en el etiquetado, e incluso condiciona el formato en el que esta información debe presentarse. Navidul hace caso omiso. Como puede observarse en la referida imagen y en otras fotos incluidas en este artículo, Navidul ubica el porcentaje racial («50% de raza ibérica») en el costado de la etiqueta, pese a que el reglamento exige que figure en un lugar destacado y en el mismo campo visual que la marca comercial.

No solo acuña el porcentaje racial en el costado de la etiqueta, sino que lo hace con una tipografía de mucho menor tamaño que la del nombre comercial y la mención del tipo de producto. La norma de calidad del ibérico dice que esta designación racial «deberá aparecer muy próxima a la denominación del producto, utilizando un tamaño de fuente con una altura de la x correspondiente al menos al 75% de la altura de la x de la denominación del producto y no inferior al tamaño mínimo requerido en el artículo 13, apartado 2, del Reglamento (EU) N.º 1169/2011».

Así lo establece el artículo 4.3 del Real Decreto, que indica que «las designaciones que componen la denominación de venta, según se define en el artículo 3 del presente real decreto, deberán figurar en lugar destacado y en todo caso en el mismo campo visual que la marca comercial, del etiquetado con el mismo tipo de letra, tamaño, grosor y color, en todos sus términos». Así las cosas, el truco de relegar al costado esta información supone una infracción del reglamento.

El Pozo hacía lo mismo que Navidul y rectificó

El grupo alimentario El Pozo hizo hace algún tiempo lo mismo que ahora Navidul hace con sus jamones de cebo ibérico. Como puede observarse en la siguiente imagen, la marca Legado Ibérico, patentada por El Pozo Alimentación, se comercializaba en 2015 con una etiqueta que recogía la leyenda «50% raza ibérica» en un costado y no en el principal campo visual del producto, cerca del nombre comercial del mismo. La compañía murciana se vio obligada a rectificar y ahora vende esos mismos jamones pero con un etiquetado que indica el porcentaje racial en la parte frontal.

elpozo
Izquierda: Paleta de cebo ibérica de la marca Legado Ibérico de El Pozo en 2015, con el porcentaje racial al costado / Derecha: Una paleta del mismo fabricante tras su rectificación, con el porcentaje racial en la parte frontal de la etiqueta y a mayor tamaño

Estas irregularidades en un producto de Navidul se suman a otras destapadas esta semana por este periódico, como todos los trucos con los que algunos de sus jamones loncheados hacen uso repetido del vocablo Extremadura, que forma parte de la Denominación de Origen Protegido (DOP) Dehesa de Extremadura, a la que la compañía no está adscrita como industria elaboradora. Esta DOP está protegida por la normativa comunitaria y nacional sobre protección de los sellos de calidad diferenciada.

No obstante, el vocablo «Extremadura» suele figurar en un lugar preponderante y en letras de gran tamaño buscando la atención de los consumidores. Asimismo, el logotipo de Navidul incluye la imagen de una encina, y se estampa incluso en las etiquetas de productos que procesa de cerdos cebados y engordados únicamente con pienso en granjas, no con bellotas en la dehesa, y que la normativa define comercialmente como de cebo ibérico.

Consultada por Economía Digital específicamente sobre el jamón de cebo ibérico con la serie de irregularidades anteriormente expuestas, la empresa de Campofrío dijo: «En Navidul cumplimos estrictamente con todas las normativas vigentes relativas tanto al etiquetado como a la identificación de la procedencia de nuestros productos, con el firme compromiso de asegurar siempre una correcta información a nuestros consumidores, en sintonía con lo establecido por la Administración y con las instituciones de referencia en nuestro sector».

«Asimismo, cumplimos con rigurosas auditorías, tanto internas como externas, realizadas por certificadoras independientes de reconocido prestigio (AENOR), a las que nos sometemos un mínimo de veinte veces al año y que incluyen, como uno de sus puntos principales, la revisión escrupulosa del cumplimiento de las normativas vigentes de etiquetado», añadió Navidul, en una respuesta idéntica a otras que ha brindado a este medio durante los últimos días.

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