Oliu (Sabadell) alerta: el impuesto a la banca puede desincentivar la dotación de provisiones

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, califica de "injusto" el gravamen, puesto que afecta a los accionistas de los bancos y no a todas las entidades

Josep Oliu, presidente de Banc Sabadell. Foto: Banc Sabadell

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El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha lanzado una advertencia: el nuevo impuesto a la banca podría incentivar al sector a hacer menos provisiones para así mantener el dividendo a los accionistas. Además, el directivo ha insistido en que el impuesto es «injusto», puesto que grava unos beneficios extraordinarios «que no existen» y afecta a los accionistas de los bancos y no a todas las entidades.

En esta línea, ha alertado del problema que el gravamen puede comportar, en un momento de incertidumbre económica, en el que los bancos deben ser más prudentes y hacer acopio de provisiones por el previsible aumento futuro de la morosidad.

No obstante, ha confiado que durante el trámite parlamentario «se pulirán los aspectos que son más injustos y más distorsionadores de la actividad bancaria y de la actividad financiera», tal y como ha explicado durante su intervención en el Encuentro Económico-Asegurador organizado por Mutualidad de la Abogacía.

Desincentivar las provisiones

«Si en esta situación se pone un impuesto que de alguna manera es un dividendo especial, una parte de este dividendo que teníamos para poner a provisiones, pues nos está incentivando a hacer menos provisiones para seguir pudiendo pagar el dividendo a los accionistas y pagar una parte de este dividendo al Estado en la nueva contribución», ha indicado para luego advertir: «Estamos ante un problema que veremos cómo acaba».

El presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu. EFE
El presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu. EFE

En cualquier caso, el presidente de Sabadell ha puesto en valor que el sector bancario se enfrenta al actual escenario de deterioro económico con incertidumbre pero con una elevada solvencia, muy superior a la que tenía en otras crisis. «No solo las tasas de capital son más altas, sino que también los créditos dudosos son más bajos y las coberturas son más que suficientes», ha afirmado y ha vaticinado: «Estamos en una situación que la banca puede afrontar».

Oliu espera que los ingresos del sector sean positivos en 2022 y 2023, aunque parte de la mejora provocada por los tipos de interés se verá contrarrestada por la subida de los costes.

Morosidad en las hipotecas

Aunque se mantiene optimista respecto a la morosidad hipotecaria, ha apuntado que la inflación elevará el esfuerzo familiar y, por tanto, supondrá una pérdida de poder adquisitivo. Ante una posible situación de una parte de la población para hacer frente al pago de sus facturas y de sus cuotas hipotecarias, Oliu ha asegurado que la banca está dispuesta a ayudar a sus clientes, pero se opone a que se limiten los tipos de interés de las hipotecas.

«Poner límites a los precios de las cosas siempre produce el efecto contrario a lo que se persigue: en el caso de las hipotecas, produciría una bajada en la oferta de crédito hipotecario para las familias«, ha apuntado para luego manifestar: «Esa es una mala solución».

La propuesta de la banca, por el contrario, pasa por ofrecer a las familias en situación de vulnerabilidad la extensión del plazo de amortización de sus créditos hipotecarios, reduciendo así las cuotas, así como moratorias en el pago de los principales mientras dure la crisis si entran en paro. «Es una solución que no afecta al crédito y que afecta positivamente a las familias», ha valorado el presidente de Banco Sabadell.

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