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Seguro para ciberataques: así se blindan las empresas ante la amenaza digital

Cuando una empresa sufre un ciberataque no solo se ve obligada a afrontar gastos, sino que también debe gestionar la pérdida de datos y el perjuicio a su reputación

Todas las compañías corren el riesgo de convertirse en el blanco de un ataque cibernético, desde las grandes corporaciones hasta las pequeñas y medianas empresas. No obstante, para algunas compañías la amenaza es mayor al gestionar un número elevado de registros de datos personales de los clientes, tratar con información sensible o verse gravemente afectadas si frenan su actividad.

La prevención resulta de vital importancia para evitar este tipo de ataques, que no solo merman la capacidad de la empresa para seguir desarrollando su actividad, sino que también pueden comportar la interposición de sanciones y generar un impacto negativo sobre la confianza de su red clientelar, lo que puede amenazar a su continuidad.

Evitar un riesgo tan real como grave

Las empresas son uno de los colectivos más afectados por los ciberataques, tal y como reflejan los datos publicados por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), que evidencian que 31.540 compañías, pymes, micropymes y autónomos se vieron afectadas por este tipo de incidentes en el transcurso del año pasado, un 43% más que el año anterior.

La misma tendencia arrojan los datos recogidos en un informe elaborado por Check Point Software, que apuntan que las compañías españolas registraron de media durante los tres primeros meses del año más de 1.900 amenazas cibernéticas a la semana. En el caso de las pequeñas y medianas empresas el impacto de un ciberataque puede ser letal, puesto que el 60% se ven obligadas a cerrar al cabo de seis meses, como advierte el estudio ‘Panorama actual de la Ciberseguridad en España‘ elaborado por Google.

Las estrategias utilizadas por los ciberdelincuentes cada vez son más diversas y difíciles de evitar. Una de las más habituales es el ‘phishing’, que consiste en el envío de un correo electrónico simulando ser una entidad legítima, si bien las empresas también están expuestas a estafas más sofisticadas como el fraude del CEO, en el que se suplanta la identidad de un alto directivo para robar los fondos de la compañía.

En este contexto, las empresas deben extremar precauciones a través de la aplicación de medidas de protección y seguridad, así como la activación de sistemas y protocolos en los dispositivos electrónicos. También es recomendable impartir formación a los equipos humanos y la contratación de un ciberseguro para disponer de cobertura en caso de ser víctima.

Consecuencias para las empresas

Lamentablemente, todas las compañías corren el riesgo de sufrir un ciberataque y encontrarse en la situación de gestionar los estragos que cause. No obstante, el impacto que este tipo de ataque genera en las pequeñas y medianas empresas suele ser mayor y puede llevarlas, incluso, a bajar las persianas de su negocio.

En cualquier caso, las consecuencias son nefastas y van desde la pérdida de datos hasta los daños en los equipos, el perjuicio a la reputación o la responsabilidad con terceros afectados. Sin embargo, destaca la gran cantidad de gastos que se ve obligada a desembolsar una compañía que ha sufrido un ciberataque.

Más allá de asumir el coste de la gestión y la comunicación de crisis, deberá abonar el importe correspondiente a la investigación del incidente, los equipos dañados y la restauración de los datos borrados. También deberá afrontar la pérdida de beneficios que le haya ocasionado el ciberataque por la interrupción de su actividad.

Además, podría verse en la tesitura de tener que pagar sanciones por incumplir el reglamento de protección de datos personales de clientes o empleados, demandas y gastos de defensa legal.

Soluciones ante los ciberataques

Teniendo en cuenta que sufrir un ciberataque comporta la pérdida de control sobre los datos y el negocio, pero también puede ocasionar la fuga de clientes y un elevado coste reputacional, no son pocas las personas que analizan distintas soluciones.

Entre las distintas alternativas de que disponen las empresas para protegerse de las consecuencias de los ciberataques figura la contratación de un seguro, que ofrece distintas coberturas y servicios.

El producto permite a las empresas contar con el respaldo de un equipo de asistencia que controla y resuelve la situación, así como un soporte técnico para la recuperación de datos y equipos.

Los seguros para ciberataques también suelen incluir la defensa jurídica ante demandas o sanciones por incumplimiento en la protección de datos, así como el asesoramiento y consultoría ante daños en la reputación y las indemnizaciones ante los costes derivados del incidente.

Un ejemplo es FIATC, con la modalidad Ciberfiatc. En caso de ataque, un equipo de urgencia se pone en marcha de forma inmediata, con atención 24 horas, ya que los ciberdelincuentes no descansan.

Más allá de contar con un proceso de contratación ágil, dispone de productos especializados para pymes, incluye actos de deshonestidad de los empleados y errores humanos y garantiza la cobertura cibernética de los empleados mientras se trabaja en remoto.

Por desgracia, cualquier empresa es susceptible de ser víctima de un ciberataque, por lo que es recomendable valorar las distintas opciones de protección disponibles en el mercado.