Red Eléctrica vs Gobierno: mucha renovable sin respaldo y un procedimiento sin actualizar en 25 años

El operador del sistema contradice al Gobierno, se blinda ante posibles reclamaciones y apunta directamente a las eléctricas

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Transición Ecológica, Sara Aagesen y la presidenta de Red Eléctrica de España, Beatriz Corredor, durante una reunión de la crisis eléctrica

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Transición Ecológica, Sara Aagesen y la presidenta de Red Eléctrica de España, Beatriz Corredor, durante una reunión por el apagón. Foto: Carlos Luján/ Europa Press

Las causas del apagón han puesto sobre la mesa las debilidades del sistema eléctrico español y los principales actores implicados han repartido culpas según sus propias conclusiones. El informe del Gobierno refleja el exceso de renovables sin respaldo de centrales convencionales y apuntan a las eléctricas por no absorber la tensión adecuadamente. Red Eléctrica se blinda en sus cálculos, evita analizar los días previos al incidente y pone en el foco en un procedimiento para controlar la tensión que lleva sin actualizarse 25 años.

Entre las múltiples causas que provocaron el cero energético que dejó a la península ibérica sin luz el pasado 28 de abril, el informe realizado por el comité de análisis creado por el Ejecutivo apunta a un fallo en la programación del mix energético en el que pudo haber incurrido Red Eléctrica.

«Como conclusión, el sistema se encontraba en una situación con poca capacidad de controlar tensión, con tensiones que escalaban en varias partes del sistema. En este contexto, cualquier desconexión de generación renovable supone un incremento de tensión por al menos dos vías: reducción en la absorción de reactiva al estar funcionado a factor de potencia, y reducción de carga de las líneas con el consiguiente incremento de generación de reactiva y, con ello, nuevo aumento de las tensiones», reza el documento.

Según los datos recopilados por el informe, el mix de generación a las 12:30, tres minutos antes del apagón, «tenía un 82% de generación renovable, un 10% nuclear (4 reactores acoplados, dos de ellos a plena carga) y el resto gas (3%, con 6 centrales acopladas), carbón (1%) y cogeneración y residuos (4%)».

Por su parte, operador del sistema que preside Beatriz Corredor salió al paso este miércoles con un informe paralelo al presentado por el Ministerio de Transición Ecológica que lidera Sara Aagesen.

Un documento técnico de mucha menor extensión (21 páginas frente a 182), pero obligatorio de realizar para el operador al tratarse sobre un incidente relevante.

De él y de las explicaciones que dieron los máximos responsables de Red Eléctrica ayer, se extrae que no fue una cuestión de falta de inercia ni de potencia por haber poca nuclear y gas, ni tampoco un cortocircuito, sino que se trató de un problema de tensión. Según sus cálculos, no fallaron en ningún momento al programar el mix para el día 28 de abril.

La compañía, de la que el Estado controla el 20% del capital, apunta directamente a las empresas de generación eléctrica y al incumplimiento de la normativa que, siempre según su versión, cometieron muchas de sus centrales.

El 22% de las renovables analizadas por Red Eléctrica no cumplían la normativa

De este modo, el informe gubernamental explica que se han analizado por el operador del sistema, es decir, Red Eléctrica, las 850 instalaciones reovables con mayor generación en ese momento, de las cuáles «casi el 22% (…) no cumplían el criterio de factor de potencia aplicable».

Según el análisis del operador, en los nodos donde el cumplimiento no era el esperable, la generación era relativamente baja (con una mediana del 11% con respecto a la potencia instalada).

«Por tanto, se podría atribuir este incumplimiento, al menos parcialmente, al efecto capacitivo de las infraestructuras de evacuación de generación, que están menos descargadas en los momentos de baja generación», esgrime el documento.

Por su parte, las grandes eléctricas llevan semanas en guerra por ganar el relato a Red Eléctrica y se apoyan en el análisis del Ejecutivo que apunta a una mala programación del mix energético para poner la responsabilidad del apagón sobre el operador del sistema.

Iberdrola ha llegado a calificar de «temeraria e imprudente» la gestión de la empresa que lidera Beatriz Corredor en declaraciones a Europa Press e insiste en que su comportamiento fue ejemplar, en línea con lo que viene reivindicando la patronal eléctrica Aelec, a la que pertenece, en los últimos días.

La reacción de la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán coincide con el señalamiento del informe técnico de una central fotovoltaica en Badajoz como origen del incidente que desembocó en el apagón que no opero correctamente según la normativa.

De hecho, Iberdrola es la empresa que más generación solar posee en Extremadura. Según ha informado Eldiario.es, la central señalada de manera confidencial en el documento de Red Eléctrica, sería propiedad de Iberdrola. Se trataría pues de la megaplanta Núñez de Balboa la que funcionó mal, según Red Eléctrica.

Un procedimiento para controlar la tensión sin actualizar desde el año 2000

Otro de los puntos clave que destacan los análisis realizados del apagón es el del procedimiento de operación 7.4 para controlar la tensión del sistema en caso de incidencias.

Dicha medida aplica a todas las centrales convencionales conectadas a la red de transporte (nuclear, ciclo combinado, carbón e hidráulica) superiores a 30 MW.

«Se monitoriza a posteriori y esa monitorización, con el procedimiento de operación actual, no tiene ninguna consecuencia porque solo aplica en la parte obligatoria, que no tiene ningún tipo de compensación ni de penalización. Eso cambiará en el siguiente procedimiento de operación», explicó en rueda de prensa Concha Sánchez, directora general de Operación de Red Eléctrica.

Es decir, que cuando el operador pide a determinadas centrales acoplarse al sistema para dar respaldo a la operación y estas se encuentran «indisponibles», Red Eléctrica no puede hacer nada para que se terminen acoplando, pero las propietarias de dichas instalaciones no sufren penalización por ello.

«Una de las claves no solo monitorizar, sino que esa monitorización tenga efectos para que haya un incentivo para que se haga una prestación correcta con arreglo a la parte obligatoria», añadió Sánchez.

La cuestión es que este procedimiento 7.4 lleva sin actualizarse desde el año 2000, si bien desde Red Eléctrica y desde el Gobierno han instado en sus respectivos informes a que se acelere su revisión para establecer penalizaciones ante posibles incumplimientos.

Cabe destacar que esta modificación debe ser aprobada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Asimismo, desde el Gobierno consideran que más allá de las penalizaciones, debe cambiar el procedimiento para que el servicio de control de tensión no solo sea provisto por generación síncrona, sino también por renovables.

«Este cambio significará que instalaciones distribuidas por todo el país podrán contribuir al control de tensión, reforzando por tanto las herramientas disponibles con amplia distribución territorial», apunta el informe del Gobierno.

«Al ser un servicio abierto, refuerza la neutralidad tecnológica permitiendo que se logren los objetivos buscados con el menor coste para los consumidores, previéndose incluso ahorros con respecto al punto de partida», añade.

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta