Las ‘low cost’ meten presión a Repsol y Cepsa: 20€ de diferencia al echar gasolina

La subida de precios del petróleo ha provocado de inmediato una subida de los carburantes, y eso ha provocado que los consumidores exploren otras opciones para llenar el depósito

Repsol

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La invasión de Ucrania por parte del ejército ruso tiene efectos inmediatos en el mercado energético. A los potenciales problemas de suministro de gas en toda Europa, y la consiguiente subida de la luz; los combustibles también se han visto fuertemente afectados. Y eso tiene una traducción empresarial inmediata. En España, las dos marcas de referencia, Repsol y Cepsa, han notado que los clientes habituales han empezado a elegir otros lugares de repostaje ante el alza de los precios.

Desde hace días se asumía que el precio de la gasolina, en el caso de su variante Sin Plomo 98, sobrepasaría los 2€. Finalmente eso ha ocurrido durante este fin de semana. Y ahora, en la mayoría de estaciones de servicio pertenecientes a Repsol y Cepsa, el precio medio este lunes era de 1,853 €/litro y 1,759 €/litro, respectivamente. Entre los grandes del sector, Galp está vendiendo de media su gasolina 98 a 1,823 €/litro; mientras que Shell y BP están de igual modo en esos márgenes.

Cabe recordar que este tipo de combustible, caso de la Sin Plomo 98, tuvo un precio medio en España de 1,480 €/litro en 2021. En este contexto, llenar un depósito de 40 litros el pasado año tendría un coste medio de 59 euros, mientras que hacerlo este lunes supondría un desembolso de 74  euros. Al menos si se hace en una de las estaciones de servicio de Repsol, que según diversas webs de comparación de precios que ha consultado ECONOMÍA DIGITAL, es la marca que ahora mismo tiene las tarifas más altas. Algo que también ocurre para el diésel.

Ante escenario, que afecta a todos los tipos de combustible por igual, los clientes han empezado a plantearse en serio otras alternativas para llenar el depósito de sus coches. Pero esta vez de forma efectiva. Desde hace años hay diversas opciones en el mercado, tanto las gasolineras ‘low cost’, como las estaciones de servicio automáticas, cuyos precios también están muy ajustados. Así, lo que hace años era una opción que generaba ciertos recelos, ante esa escalada de precios que por ahora no prevé su fin, los usuarios ya han tomado partido.

Ballenoil representa un claro ejemplo. Durante estos días ha tenido su tope de ventas en una sola jornada. Una situación que ha coincidido con el inicio de la invasión en Ucrania y el alza de los precios de la gasolina que, además, son el reflejo inmediato de los costes del petróleo que más adelante volverán a indexar dicho alza una vez se ejecuten las compras sobre precios actuales.

El poder ‘low cost’

En este escenario, diversas marcas están consiguiendo atraer la atención con los precios que se están viendo en las tradicionales compañías del sector como Repsol y Cepsa. Así, firmas de  supermercados, como Alcampo, disponía este lunes precios medios para la Sin Plomo 98 a  1,581 €/litro.

Una situación que están replicando la propia Ballenoil, Plenoil o BonArea, cuyo precios se sitúan entre 10 y 20 céntimos por debajo de la competencia de las grandes. Esta situación es debido a los márgenes más bajos con los que operan, así como unas estructuras de costes más reducidas. Una cuestión que siempre había generado cierto recelo, por ejemplo en las estaciones de servicio sin personal, pero que ante diferencias de entre 10-20 euros a la hora de rellenar un depósito ha sido olvidado.

En concreto, para un depósito de 50 litros, echar gasolina 98 en Repsol o Cepsa esta semana tiene un coste superior a los 100 euros, mientras que en las estaciones de servicio ‘low cost’ se sitúa, para depósitos del mismo tamaño, entre 84-86 euros en los gasolineras más baratas.

Un problema de competencia

Al margen de los problemas coyunturales de los que ningún país puede escapar, también ha indicios que apuntan a que las zonas con menor competencia entre estaciones de servicios tienen unos precios más tensionados. Así lo señalan desde Aesae (Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas), donde explican que existe una relación directa entre la penetración de las gasolineras automáticas y la subida de precios.

“Podemos ver que Madrid o Andalucía, que cuentan con una penetración superior a la media nacional del 12%, son las comunidades que menos han subido los precios de la gasolina”, comenta Manuel Jiménez Perona, presidente de Aesae. En el caso de Navarra, la subida de precios tan pronunciada que se ha experimentado durante los últimos doce meses ha sido provocada, entre otros factores, por la falta de competencia en el sector, ya que el modelo automático ejerce una presión competitiva que obliga a las tradicionales gasolineras a ajustar precios para poder competir, y este modelo está muy poco presente en la comunidad foral.

Por otro lado, aunque Castilla y León haya aumentado el porcentaje de penetración de este tipo de gasolineras en la Comunidad en los últimos años, aún está por debajo de la media nacional y el hábito del consumidor aún no ha ‘interiorizado’ el modelo automático. “Castilla y León ha sido una de las comunidades autónomas en la que más tarde se ha derogado la legislación que imponía la necesidad de tener personal en la estación de servicio”, comenta Manuel Jiménez.

Para intentar paliar esta situación, desde Aesae piden a las autoridades locales que apuesten por la libre competencia y el libre mercado, ya que las 1.300 gasolineras automáticas que hay en España y que supone en torno al 13% del sector, están ayudando a que los precios no suban tan rápido, ante la presión competitiva que ejerce este modelo ayuda a que las grandes marcas tengan que ajustar más los precios para poder competir. Podemos decir que el modelo automático amortigua el efecto “cohete” tan típico en este sector con las subida de precios, subraya Manuel Jiménez.

Raúl Masa

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