Sánchez cede al independentismo y presiona a Caixabank, Naturgy y Sabadell para volver a Cataluña

El PSOE y Junts pactan abordar un plan para "facilitar y promover" el retorno de las empresas que trasladaron la sede durante el apogeo del 'procés'

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Foto Pepe Torres-EFE

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El presidente en funciones, Pedro Sánchez, cede al independentismo y presionará a la gran empresa para que devuelvan las sedes a Cataluña. El PSOE accede en el acuerdo de investidura firmado este jueves con Junts per Catalunya a preparar un plan para incentivar que corporaciones como Caixabank, Naturgy o Banc Sabadell regresen a la comunidad después de huir por la incertidumbre generada por el ‘procés’.

Durante el apogeo del movimiento independentista en 2017, alrededor de 3.000 empresas, incluyendo gigantes del Ibex como Cellnex, Colonial o los bancos y la energética mencionadas, trasladaron sus sedes sociales de Cataluña a otras comunidades autónomas como Madrid o Valencia por la inseguridad en sus negocios generada por una posible declaración unilateral de independencia. Desde entonces, no han hecho ningún movimiento que pueda apuntar a un retorno.

Seis años más tarde, Sánchez ha accedido en marco de las negociaciones para su investidura a planear medidas para fomentar la vuelta de estas compañías: «Se abordarán los elementos esenciales de un plan para facilitarla y promover el retorno a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron la ubicación a otros territorios en los últimos años», dice el texto firmado este jueves por el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, y por el secretario general de Junts, Jordi Turull.

Sin embargo, va a ser difícil convencer a estas corporaciones. Foment del Treball, que siempre ha abogado por volver a atraer a estas compañías a Cataluña, ha celebrado las intenciones del PSOE y Junts, pero ha alertado este jueves en un comunicado que serán necesarios «estabilidad y seguridad jurídica para favorecer un clima social y económico que promueva la confianza necesaria para atraer inversiones y mejorar la productividad del país».

El mismo pacto de investidura abre la puerta a negociar un posible referéndum, por lo que sigue en pie el principal argumento de estas grandes empresas para no volver a la comunidad. Consultadas por este medio, Caixabank y Naturgy descartan hacer comentarios al respecto, mientras que el Sabadell es rotundo: «El asunto no está encima de la mesa».

Por otro lado, el pacto de investidura también abre la puerta a que Cataluña consiga un cupo a la vasca. El partido del expresident Carles Puigdemont ha incluido en el acuerdo una propuesta para negociar un concierto económico que, según reclama, supondría la cesión de todos los tributos a la comunidad. De salirse con la suya, tendría potestad para legislar sobre los millonarios ingresos tributarios que generan los ciudadanos y empresas catalanas.

«En el ámbito de los déficits y las limitaciones de autogobierno, Junts propondrá la entrada de una modificación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónoma (LOFCA) que establezca una cláusula de excepción de Cataluña que reconozca la singularidad en la que se organiza el sistema institucional de la Generalitat, que facilite la cesión del 100% de todos los tributos que se pagan en Cataluña«, escriben los nacionalistas catalanes en el texto.

En otras palabras, reclaman un consorcio económico similar al del País Vasco y Navarra, por el cual la recaudación íntegra de los tributos será responsabilidad de sus administraciones. Mientras, acordarían con el Estado una cantidad a abonar a cambio de los servicios prestados por la Administración General del Estado.

Este nuevo sistema daría a la comunidad poder para legislar sobre los tributos estatales, como son el Impuesto Sobre las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto de Sociedades (IS) o el Impuesto al Valor Añadido (IVA). Según datos del Ministerio de Hacienda recogidos por el Institut de Estadística de Cataluña, los catalanes pagaron 49.434 millones de euros en tributos estatales, de los cuales 21.189 corresponden al IRPF, 6.201 millones al IS y 17.671 más en IVA.

Los millonarios impuestos del Ibex catalán

Además, la Generalitat aspira a hacerse con los extraordinarios ingresos en impuestos que generan las grandes compañías de origen catalán, si finalmente acceden a volver a Cataluña. Caixabank meritó 1.041 millones de euros en Impuesto de sociedades el año pasado solamente en España, después de registrar unos beneficios antes de impuestos de 3.643 millones en nuestro país. En el pasado ejercicio, el banco alcanzó unas ganancias netas totales de 3.135 millones, un dato que ya ha superado en los primeros nueve meses de este 2023, por lo que todo apunta que la contribución tributaria de la entidad financiera será este año todavía más alta.

Por su parte, Naturgy, la energética fundada en Cataluña más importante del país, pagó el año pasado 379 millones de euros en España en impuesto sobre beneficios, 100 millones más que el año anterior. La compañía presidida por Francisco Reynés pulverizó su récord el año pasado: registró unas ganancias antes de impuestos de 2.546 millones en todo el mundo, que se quedaron en unos beneficios netos de 1.649 millones de euros, tras pagar tributos por 697 millones en el global de su negocio.

Banc Sabadell abonó el año pasado 270 millones de euros en impuesto sobre beneficios por su actividad en España, que le reportó unos beneficios brutos de 1.021 millones y de 740 millones una vez descontada dicha contribución. Al igual que Caixabank, la entidad liderada por César González-Bueno ya ha batido hasta setiembre el beneficio neto alcanzado en el global de 2022, por lo que también incrementará este año su contribución tributaria.

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