Un jamonero es sorprendido con 11.000 kilos de carne podrida

Un empresario de Zaragoza fue sorprendido al destruir de 11.000 kilos de jamón en mal estado en plenas investigaciones de la trama del jamón

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Un empresario jamonero de Zaragoza fue sorprendido cuando pretendía deshacerse de una partida de 11.000 kilos de jamones para salvarse de las imputaciones en la investigación por la mayor trama contra la salud pública: una red empresarial que trafica con jamones podridos y en mal estado y que los hace pasar por producto apto para el consumo.

Cuando Guardia Civil y los juzgados de Fregenal de la Sierra (Badajoz) y Alzira (Valencia) cercaban a la trama empresarial que vende jamones en mal estado en toda España, un empresario de Zaragoza quiso deshacerse de la mercancía procedente de la mayor red descubierta en los últimos años contra la salud pública, según explican fuentes judiciales. 

Tras las inspecciones a las naves clandestinas de las empresas que mueven miles de kilos de jamón diario en condiciones, todas las empresas de la trama comenzaron a mover jamones de un almacén a otro. Comenzaron la falsificación de albaranes y facturas para destruir pruebas. Y los jamones en mal estado o procedentes de las empresas implicadas en la trama era una prueba irrebatible.

El jamonero in fraganti

La empresa Vel-Per, con sede en Zaragoza, intentó destruir más de 11.000 kilos de jamones en una incineradora de la zona. Pero la Guardia Civil ya había advertido a las incineradoras que informaran sobre cualquier intento de destrucción de mercancía cárnica. Y así lo hicieron.

Los investigadores han obtenido pruebas de que la empresa guardaba estrecha relación comercial con dos compañías de la trama: Valle de los Valfríos y Cash La Temporada, dos sociedades que se dedican a captar jamones con la fecha de consumo preferente superada para venderlos “como nuevos” y que son proveedores de referencia de Comapa, el mayor distribuidor de ibéricos de España.

Cuando los jamones se acercan a su fecha límite, los supermercados los quitan de la venta y los mandan a destruir. Pero la trama del jamón podrido captaba esta mercancía a punto de caducar, la “adecentaba”, “limpiaba” y reetiquetaba con fecha de consumo preferente un año después de la real.

El propietario de la empresa, Juan Carlos V.P., fue interrogado tras intentar destruir pruebas de mercancía procedente de una red investigada contra la salud pública. La actuación ha sido añadida al expediente de la trama jamonera que instruye el juzgado de Fregenal de la Sierra, que ya ha tomado declaraciones a la mayor parte de propietarios y trabajadores de las empresas implicadas.

El propietario de Vel-Per, con menos de una decena de empleados y con una facturación anual de 11 millones de euros, sufrió una fuerte bajada de tensión cuando fue descubierto por la policía mientras intentaba deshacerse de las pruebas, según han explicado sus allegados.

Los investigadores notaron una actividad inusual en la empresa que prácticamente no había destruido material cárnico en el último año pero que, de forma repentina, quiso desaparecer los 11.000 kilos de productos cárnicos.

La Guardia Civil ha detectado un movimiento inusual de jamón justo después del estallido de la operación. Otra partida similar de la marca Oro de Granada, marca de Comapa fue incautada por la Guardia Civil en condiciones irregulares para su venta. La Junta de Andalucía aseguró que solicitaría la emisión de una alerta sanitaria para prohibir la comercialización de la marca, algo que todavía no ha ocurrido.

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