Una señal delata los coches de Nissan en riesgo de incendio
La luz del sistema anti-bloqueo de frenos encendida durante más de diez segundos avisa de los coches con riesgo de incendio
Nissan ha reconocido que 215.000 vehículos SUV tienen un riesgo de incendio y una señal del sistema antibloqueo de frenos da la alerta de qué vehículos están afectados.
Nissan ha comunicado esta semana que retirará 215.000 unidades del mercado por riesgo de cortocircuitos, que podrían generar incendios en los coches. La compañía no ha informado de qué cantidad de vehículos están afectados en España, aunque la mayor parte podría ubicarse en los Estados Unidos, Canadá y México.
La causa de la inseguridad de los coches reside en que una bomba de antibloqueo de frenos derrama líquido en una placa de circuito, lo que podría ocasionar los incendios.
Con la retirada, la empresa tampoco ha informado de cuántos vehículos han sufrido incendios, pero Nissan llama a la calma y, también, a la observación.
Si el aviso del antibloqueo de frenos se enciende durante más de diez segundos al iniciar el vehículo, el conductor debe evitar su uso. También se recomienda aparcarlo alejado de otros vehículos o estructuras.
Los vehículos afectados corresponden con las marcas Murano, Maxima, Infiniti y Pathfinder producidos entre 2015 y 2018, según los datos publicados por la propia empresa.
Reemplazo sin coste
Nissan notificará a los propietarios y los concesionarios inspeccionarán el número de serie en el sistema de ABS, reemplazándolo según sea necesario, sin cargo.
La retirada de vehículos podría comenzar el próximo 15 de octubre. La multinacional, con producción en Cataluña, ya había retirado del mercado varios vehículos por presentar problemas similares en 2016.
Un informe de la administración estadounidense de seguridad de tráfico de carreteras, que fue publicado el jueves pasado, atribuyó el problema a un fallo en los sistemas de aislamiento. La oficina no precisó cuántos incendios se han ocurrido en estos modelos de coches.
El fabricante japonés sufre su segunda crisis este año, tras el escándalo del dieselgate, cuando reveló las irregularidades en las revisiones de emisiones de gases contaminantes de sus coches y la manipulación de las inspecciones en sus factorías en Japón.