Volkswagen exige una fábrica de baterías cerca de Cataluña

El fabricante alemán trabaja con la perspectiva de que España necesite hasta tres plantas de baterías en la próxima década

El rey Felipe VI junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el presidente del Grupo Volkswagen, Herbert Diess (d), durante la visita que realizan este viernes a la fábrica de SEAT en Martorell (Barcelona) / EFE

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El Gobierno presentará este lunes el primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE). Con el dinero procedente de los fondos europeos, el Ejecutivo quiere transformar el sector de la automoción en España. A pesar del retraso frente a otros países en la carrera por la electrificación, la administración confía en su alianza con Volkswagen AG –la matriz de Seat– para conseguirlo. El punto más icónico de la iniciativa es la fábrica de baterías por la que se pelean la mitad de presidentes autonómicos del país, pero el conglomerado alemán exige que esté cerca de la planta de Seat en Martorell (Barcelona).

Según explican fuentes implicadas en el PERTE a Economía Digital, Volkswagen pidió que una fábrica de cargadores se ubique en Cataluña para reducir al máximo sus costes logísticos. La buena noticia para el resto de territorios: la marca trabaja con la previsión de que en 2030 sean necesarias tres plantas de baterías en España, que se podrían ubicar en otros puntos de España.

Volkswagen no descarta incluso gestionar más de uno de los centros en el país. Seat tiene en mente producir hasta 500.000 eléctricos al año en Martorell a partir de 2025, pero el grupo alemán cuenta con otra planta en Landaben (Navarra) en la que también dibuja el aterrizaje del coche limpio a lo largo del próximo lustro.

Así lo manifestó ya en la presentación de la Manifestación De Interés (MDI) al Ministerio de Industria el pasado invierno. Según sus cálculos, en 2030 será necesarios tres centros de baterías para contar con una capacidad de entre 69 gigavatios/hora y 72 gigavatios/hora; el mínimo necesario para fabricar cargadores para el millón y medio de coches limpios que saldrán de las plantas españolas.

A pesar de las intenciones del conglomerado germano, la planta podría desplazarse algunos kilómetros al oeste y terminar en Aragón. El presidente de la comunidad, Javier Lambán, es uno de los más activos a la hora de intentar hacerse con el proyecto y podría hacer valer que está a medio camino entre Martorell y Landaben.

No sería un drama. La producción de las celdas podría estar en otra región, pues el ensamblaje de las mismas se realizará muy cerca de Martorell, en una instalación propia.

Volkswagen quiere la fábrica en Cataluña, aunque públicamente solamente confirmó que iba a instalarse en el sur de Europa

A pesar de las presiones hechas de para adentro, el grupo germano no fue tan claro públicamente. Solamente concretó que quiere instalarse en el sur de Europa: “existen conversaciones con diferentes partners potenciales para la planta de baterías que se instalará en España, Portugal o el sur de Francia”, repitieron cuando se les preguntó.

A pesar de no confirmar la candidatura española, en ninguno de los países vecinos se realizó un acto como el del pasado marzo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el rey Felipe VI, el presidente de Volkswagen AG, Herbert Diess; y el presidente de Seat, Wayne Griffiths.

Como ya explicó este medio, la administración y la automovilística negocian con la china Gotion (Gouxuan) para que se incorpore al Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE). “Aunque hay también dos firmas coreanas sobre la mesa, Gotion es con la que las negociaciones están más avanzadas”, explicaban fuentes del sector a Economía Digital.

El PERTE tendrá 3.000 millones de presupuesto

Según fuentes implicadas en el proyecto, el PERTE del coche limpio contará con prácticamente 3.000 millones de euros de presupuesto: el 65% de los fondos destinados a grandes planes. De la cifra, alrededor de 1.500 millones serán ayudas a fondo perdido y otros 1.500 millones serán préstamos. El pago se realizará entre 2021 y 2023.

El plan se dibuja en varias fases. La primera, hasta 2023 quiere disparar el número de cargadores eléctricos desde los 8.000 actuales hasta superar los 20.000. Además, quiere igualar la cuota de mercado de los vehículos enchufables con el resto de Europa, la principal preocupación de las marcas en la actualidad. «Para fabricar eléctricos en España primero hay que venderlos», avisaron desde Seat en los últimos meses.

Para 2030, el Gobierno quiere que haya cinco millones de coches eléctricos en España

La segunda fase de plan va de 2023 a 2026, cuando se entrará de lleno en la reindustrialización del país. Está previsto que las plantas de baterías necesarias para la industria estén terminadas en 2026. Un año antes, Seat quiere empezar a producir coches eléctricos en Martorell.

La última fase, hasta 2030 es la de implementar el vehículo enchufable de manera masiva en España y abordar la transformación de las ciudades para hacerlas más amigables a este transporte frente a los vehículos de combustión. El Gobierno se ha fijado como objetivo que para la entrada a la próxima década haya en España cinco millones de automóviles totalmente limpios.

Carles Huguet
Nuria Val

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