El Delta del Ebro, el mejor ejemplo de turismo sostenible

Varias empresas catalanas combinan actividades culturales, deportivas y gastronómicas con la protección del medio ambiente

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Aunque el comportamiento de algún personaje público nos haga pasar vergüenza, la gente de Cataluña debemos estar orgullosos de nuestro pueblo y de su relación con el territorio. Siguiendo el periplo estival para microempresas turísticas singulares, hoy recalo en el Delta del Ebro.

El Delta es por sí mismo de una notable singularidad: es uno de los cuatro que hay en la orilla norte del Mediterráneo. Probablemente, sin embargo, es el más humanizado de todos, ya que en Cataluña la naturaleza no lo favoreció con nada especial. Y su gente ha tenido que sacar rendimiento para sobrevivir a cualquier accidente geográfico adverso: sea los escuálidos ríos de la cuenca interior convertidos en columnas vertebrales de la industria y la producción de energía o sea transformando el pantanoso foco de malaria del Delta en un jardín para la recolección de cereales, vegetales o mariscos.

Reserva biológica de la humanidad

En este paraje único, declarado recientemente reserva biológica de la humanidad, hay que ser lo suficientemente inteligente para poner en valor sus virtudes. Las tentaciones para hacer tonterías urbanísticas a las decenas de kilómetros de playa se han eliminado gracias a varias figuras de protección. En este marco, es donde los empresarios locales con vista entenderán que alquilar o vender apartamentos es una utility de rendimiento decreciente. El valor está es en proporcionar servicios singulares y únicos en el marco de este territorio.

Y eso es lo que hizo ya hace unos años Salvador, constructor que logró conectar con el último experto en construir chozas como las que existían en los campos de arrozales para las familias campesinas del Delta. Aprendiendo la técnica y aprovechando las ventajas de la tecnología constructiva contemporánea, rediseñó la vivienda para convertirlo en un espacio / servicio singular hoy en día reconocido legalmente.

La barraca de Salvador es una construcción típica del Delta del Ebro, realizada a base de productos naturales autóctonos de la zona, como cañas, barro, madera, paja y barrón. Reúne todas las comodidades de una vivienda tradicional. Está decorada de utensilios antiguos utilizados antiguamente en el cultivo del arroz y la supervivencia en el Delta.

Paseos en barca 

Desde su jardín se accede a una laguna donde se puede pasear en barca o pescar, también se pueden observar burritos, cisnes, gallinas y aves autóctonas de la zona, al igual que peces; también se puede colaborar en el cultivo y la recolección de un pequeño huerto de la propiedad con diferentes productos según la temporada del año, todos ecológicos.

La barraca está rodeada de arrozales en un ambiente relajado y tranquilo donde se puede disfrutar de una estancia inolvidable e integrarse totalmente en el medio rural y la vida en el Delta del Ebro. Las hay de seis plazas y de doce, ideal para familias o grupos de amigos. Junto a las barracas, en Deltebre, Salvador tiene un Minizoológico con especies domésticas en vías de extinción. Y es uno de los impulsores de la conservación de tradiciones populares como la Fiesta de la siembra y de la siega, y la promoción del arroz ecológico; y otras actividades más rompedoras como la fangoterapia o los cursos de danza en los arrozales.

Salvador, su mujer y su hija, dedicados íntegramente al negocio, pueden tanto ofrecer un catering en la misma barraca, como hacer una paella, como recibir a los huéspedes en el Restaurante Mas Prades, donde se ofrece pato y foie de elaboración local; ostras y mejillones certificados por la Federació de Musclaires del Delta que han conseguido vender en algunas grandes superficies que apuestan por las DO ya que sus productos están muy bien valorados. Estos mismos percebreros organizan degustaciones en embarcaciones en la Ametlla de Mar. Y todo regado con los excelentes vinos de la Terra Alta.

Polet

En todo caso, para ver una visita de inmersión en el Ebro, el complemento adecuado es obtener los servicios de Polet. Una empresa familiar de servicio de guía y actividades nativas del delta del Ebro. Durante décadas se han dedicado a recuperar y divulgar la cultura y las tradiciones de la zona. Contribuyeron activamente en la creación del Parque Natural del Delta del Ebro, en la adhesión del arque a la Carta Europea de Turismo Sostenible, ya que los auditores de Europarc lo nombraron destino de excelencia del año 2009 (Destino EDEN), así como en diversas acciones en defensa del patrimonio natural y cultural del Delta del Ebro.

A menudo son requeridos por instituciones y organismos para organizar visitas para grupos especializados, periodistas, documentales, bloggers, delegaciones extranjeras, etc.

DeltaPolet es una de las primeras empresas que la Carta Europea de Turismo Sostenible certificó en España como modélicas para desarrollar productos turísticos sostenibles, de promoción de los productos locales, y de protección del medio ambiente y la cultura tradicional. Las visitas de Polet son intensas y significan una inmersión en todos sentidos: la historia, la cultura y la realidad socioeconómica; tradiciones, ecosistemas, ornitología; conocimiento de lugares recónditos, bahías, lagunas; participar y disfrutar de las exóticas actividades tradicionales propias de la comarca, cultivos, navegación, pesca, etc.

Es evidente que junto a estas actividades más singulares y enriquecedoras hay ofertas más tópicas: paseos en barco, paseos en carros típicos, visita Ecomuseo o Mundo Delta, piragüismo, canoa; o desplazamientos hacia las montañas de los Puertos de Tortas para practicar descenso de barrancos, espeleología, escalada, etc.

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