Aviso del Rey por «el coste de vida» y la falta de «acceso a la vivienda»: no sirve «la retórica ni el voluntarismo»

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Contundente discurso del Rey en el tradicional mensaje de Nochebuena. Felipe VI ha aprovechado la felicitación de la pascua para lanzar una seria advertencia a la clase política española por la incapacidad de dar soluciones a los problemas económicos y sociales que atenazan el proyecto vital de miles de familias, sobre todo las más jóvenes, y también para desplegar un fuerte alegato en favor de la «convivencia».

Tres mensajes han retumbado especialmente en el Salón de Columnas del Palacio Real, lugar elegido por Felipe VI para emitir el mensaje navideño. En primer lugar, el reconocimiento de un problema con el aumento del «coste de vida» y «el acceso a la vivienda» para los proyectos vitales de los jóvenes, así como «la incertidumbre laboral por los avances tecnológicos». En segundo lugar, una seria advertencia de que la «tensión en el debate público provoca hastío, desencanto y desafección» en la sociedad española.

Mensaje económico del Rey

En tercer lugar, el rey Felipe ha señalado que todas estas dificultades económicas «no se resuelven ni con retórica ni con voluntarismo», un mensaje que resuena especialmente en el caso de la vivienda, donde el Gobierno lleva varios años subrayando que es el eje central de la legislatura aunque no se hayan podido aprobar medidas de calado al respecto, empezando con los propios Presupuestos, prorrogados desde 2023.

Buena parte de la intervención del rey español ha sido una defensa acérrima del proyecto de «convivencia», entendido en clave del escenario de fuerte polarización que vive España. «Las soluciones a nuestros problemas requieren del concurso, la responsabilidad y el compromiso de todos; estoy hablando del respeto en el lenguaje y de escucha de opiniones ajenas», ha señalado Felipe VI. También de sus palabras pueden desligarse ciertos afeamientos por los casos de corrupción que azotan la vida política: «estoy hablando de especial ejemplaridad en el desempeño del conjunto de los poderes públicos», ha enfatizado.

Pero ese mensaje de «convivencia» también ha denotado cierto alegato contra los discursos antiinmigración y xenófobos, al incidir en la nevesidad de empatía; y de la necesidad de situar la dignidad del ser humano, sobre todo de los más vulnerables, en el centro de todo discurso y de toda política», ha subrayado.

El Rey Felipe VI, en su discurso de Nochebuena, ha recordado que en democracia las ideas propias no deben convertirse en dogmas, ni las ajenas en amenazas. Ha subrayado la importancia de avanzar mediante acuerdos y renuncias, sin que el progreso de unos implique la caída de otros. Para el monarca, España es un «proyecto compartido» donde los intereses y aspiraciones individuales deben alinearse en torno a un concepto común del bien colectivo.

El Rey ha reconocido que cada época enfrenta desafíos propios, destacando que los caminos fáciles no existen. En este sentido, ha señalado que los retos actuales no son más fáciles ni más difíciles que los de generaciones anteriores, pero ha resaltado un «gran activo» del país: la capacidad de caminar unidos. Para ello, ha instado a hacerlo con «memoria» y «confianza», advirtiendo que el miedo solo contribuye a crear barreras y ruido, los cuales impiden una comprensión clara de la realidad.

Felipe VI también ha destacado la importancia de España en el contexto global, resaltando la «iniciativa» y el «talento» del país. Ha afirmado que el mundo necesita más que nunca la «sensibilidad, creatividad y capacidad de trabajo» de los españoles, así como su «sentido de la justicia y equidad». Además, ha subrayado la apuesta de España por Europa y sus valores, concluyendo que el país puede alcanzar sus objetivos si todos participan unidos en este «gran proyecto de vida en común».