Andorra tiene aún miles de cuentas de españoles sin regularizar

Para evitar que les pille el ministro Montoro, algunos clientes con activos bancarios bloqueados han optado por donarlos a ONG andorranas

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La Agencia Tributaria dispondrá el próximo año de los datos de todos los españoles que este 1 de enero todavía tenían cuentas bancarias en Andorra sin regularizar. El ministro Cristóbal Montoro se va a poner las botas.

Muchos de estos clientes españoles no han conseguido regularizar sus cuentas. Algunos querían ponerse al día con sus obligaciones fiscales, pero les ha sido imposible hacerlo. Se trata de clientes de la vieja Banca Privada de Andorra (BPA) y del nuevo Vall Banc, al que se le traspasaron los activos sanos de la primera después de ser intervenida por el gobierno de Andorra.

Las cuentas de renta variable de Vall Banc procedentes de BPA siguen bloqueadas. Anna Solé, abogada de la plataforma de afectados de BPA, explica un caso sorprendente, pero que no es único: un jubilado de Barcelona disponía de 800.000 euros en productos de renta variable (acciones) en BPA, que el año pasado fueron transferidos a Vall Banc, pero no ha podido regularizarlos porque no dispone de liquidez para pagar los recargos e intereses que comporta la declaración complementaria ante la Hacienda española. La mayor parte de sus bienes están en el nuevo banco andorrano, en forma de renta variable, que no puede vender ni tocar porque continúa bloqueada.

Este jubilado intentó conseguir un crédito para financiar la regularización, pero ningún banco español le prestó dinero para legalizar una cuenta en el extranjero y, todavía menos, en Andorra. La única entidad que le ofreció un crédito fue la misma Vall Banc, pero en unas condiciones que consideró inaceptables. En junio de 2018, la agencia tributaria española conocerá su situación porque ya está en vigor el acuerdo de intercambio automático de información entre España y Andorra. Antes de esa fecha está obligado a regularizar para evitar una sanción que superaría el monto de la cuenta. Su problema es que no dispone de liquidez para hacerlo porque no puede tocar lo que tiene en Andorra.

Lágrimas, desesperación y abandono

Anna Solé cuenta que visto «lágrimas, desesperación, impotencia, abandono» en muchísimos clientes porque se sienten «menospreciados y expoliados». Para evitar que sus nombres aparecieran en «la foto» que tendrá Montoro, asegura que algunos han optado por donar su dinero o acciones a ONG andorranas. Anna Solé y Gema Martínez son las abogadas que defienden los intereses de los afectados por la intervención gubernamental de Banca Privada de Andorra.

Desde BPA a Vall Banc ya se han efectuado tres migraciones de cuentas. No obstante, todavía quedan unos 3.000 clientes atrapados en la primera entidad, que en un 80% son de nacionalidad española, según datos de la plataforma de afectados. El gobierno andorrano intervino BPA en 2015 a raíz de una nota del FinCEN por presunto blanqueo, aunque posteriormente este organismo del Tesoro norteamericano no prosiguió la investigación. La abogada Anna Solé recuerda que aún no se ha abierto ningún procedimiento judicial contra los clientes.

En julio de 2016, el fondo de inversión norteamericano J.C. Flowers adquirió Vall Banc en un proceso de subasta. No obstante, los nuevos gestores del banco andorrano, encabezados por el consejero delegado Christoph Lieber, aún no han solucionado el bloqueo de las cuentas en dólares y en renta variable de los clientes traspasados. Su número puede alcanzar los 9.000, según las fuentes consultadas.

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