Eólica marina: Ferrovial peleará con Capital Energy por un parque a 50 kilómetros de Vigo

A expensas de que el Gobierno central apruebe de forma definitiva los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) y arranque con las subastas que repartirán megavatios y zonas a los promotores de eólica marina, la carrera offshore se recrudece. Hasta ahora, en Galicia, la mayoría de proyectos presentados de forma inicial (sujetos a cambios en función de cómo quede finalmente la normativa) ante el Ministerio para la Transición Ecológica se circunscribían a las aguas de A Mariña lucense y Rías Altas. No obstante, en estos momentos, existen ya dos competidores por la energía de las costas de Rías Baixas. La madrileña Capital Energy y Ferrovial, que pujará con la intención de levantar un parque de 510 megavatios, situado al sur de la Ría de Vigo, con 34 aerogeneradores y la promesa de que la construcción de la mayoría de los elementos del espacio se lleve a cabo en la comunidad.

Así se revela en el documento de carácter inicial que acaba de hacer público el departamento de Teresa Ribera. Los de Rafael del Pino apuestan por levantar un parque de eólica marina flotante cuya zona de actuación discurriría entre los concellos de Vigo y de A Guarda. Se trata del parque eólico marino Celta II, que contaría con unos 34 aerogeneradores, cada uno de alrededor de 15 MW. La zona de implantación propuesta, atendiendo a los borradores de los POEM, es la denominada NOR-5, con unas profundidades que oscilan entre los 100 y 200 metros. Según la información consultada por Economía Digital Galicia, los molinos eólicos con los que contaría el parque tendrían una altura total de 261 metros.

El área de implantación del proyecto Celta II (el Celta I es el que Ferrovial propone construir al norte de Estaca de Bares, con una potencia de casi 500 MW) abarcaría cerca de 90 kilómetros cuadrados. Se encontraría a unos 50 kilómetros de Vigo y a unos 40 de las Illas Cíes. La idea, además, es que la potencia que genere la infraestructura tome tierra en la subestación eléctrica de Atios, en O Porriño. De hecho, la línea de evacuación terrestre de la energía tendría una longitud de 42 kilómetros.

Disputada carrera por la eólica marina

Sobre el papel, el proyecto de Ferrovial se solapa en algunos puntos con el presentado recientemente por Capital Energy también para la zona de Rías Baixas. La propuesta de los de Jesús Martín Buezas es levantar un parque de eólica marina también de 34 aerogeneradores y 510 MW de potencia que se situaría a unos 30 kilómetros como mínimo de Vigo y que tomaría tierra a través de la subestación eléctrica de Pazos de Borbén.

Los espacios para la eólica marina se disputan en Galicia y en el resto de España (en concreto en las zonas de Cataluña, Andalucía e Islas Canarias) con la previsión de que en las subastas que realice el Gobierno una vez de luz verde a la normativa que regulará el sector, los proyectos presentados hasta el momento podrán verse modificados. Hay que tener en cuenta que la intención del Ejecutivo es tener en el horizonte de 2030 una potencia de eólica marina instalada en toda España de entre 1 y 3 gigavatios. Y, por ahora, sólo de forma pública, se han presentado proyectos en las aguas gallegas que suman más de 5.200 megavatios de potencia.

Construcción

Con el sector pesquero, de partida, con una postura muy beligerante con la eólica marina debido al impacto que podría causa en su negocio, muchos de los grupos que han presentado proyectos offshore apuestan por abordar en proximidad la fase constructiva, asegurándose apoyos en otros sectores. Indica a este respecto Ferrovial que “Galicia está consideradas como una región donde la cadena de suministro está consolidada, además de ser pionera en el sector, lo cual ya de por sí la localiza como una región clave para afrontar los retos del futuro focalizados en el desarrollo de la energía eólica marina”. Así, y en cuento a la fabricación de componentes del parque, la compañía destaca que «actualmente Galicia cuenta con infraestructura suficientes para abordar la construcción de parte de los elementos que componen un parque eólico marino. Por lo que se debe ver como un impacto positivo el posible desarrollo tecnológico en las a consecuencia del crecimiento de la energía eólica».

En cuanto a la afectación al sector pesquero, el documento indica que existen 20 caladeros en la zona de acción del parque y concede que el impacto sería de grado «medio» (establece tres categorías) en la fase de construcción.