Sandra Ortega activa el rescate de su inmobiliaria en quiebra

La hija del fundador de Inditex amplía en 15 millones el capital de Ferrado Inmuebles, un brazo inversor clave que acabó el año del Covid con 128 millones en pérdidas y en causa de disolución

Sandra Ortega, a la entrada de los juzgados de A Coruña, en la calle Monforte. Foto: Economía Digital Galicia

Sandra Ortega, a la entrada de los juzgados de A Coruña, en la calle Monforte. Foto: Economía Digital Galicia

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El golpe del Covid marcó el inicio de una nueva etapa para los negocios de Sandra Ortega. Por un lado, puso en revisión las inversiones de la mujer más rica de España, sobre todo en el área turística, tras acumular pérdidas de 91 millones en su holding, Rosp Corunna; por otro, fue el ejercicio en el que se consumó el divorcio con José Leyte, hasta entonces su número dos en el grupo y, antes, el número dos de su madre, Rosalía Mera.

Pero además de las decisiones estratégicas, como el intento de venta del 30% de la cadena hotelera Room Mate o el futuro del resort de lujo que construye en la península portuguesa de Tròia, la pandemia dejó a la hija de Amancio Ortega asuntos más prosaicos. Por ejemplo, tapar agujeros. Y uno de los más gordos está en Ferrado Inmuebles, una sociedad con más de 550 millones en activos y clave en la estructura del grupo, pues es cabecera de las inmobiliarias de Sandra Ortega en Estados Unidos y Portugal.

Inyección de 15 millones

Ferrado Inmuebles acabó 2020 con pérdidas de 128 millones y en causa de disolución, lo que se conoce como quiebra técnica. “El patrimonio neto de la sociedad es inferior a la mitad de su capital social al 31 de diciembre de 2020. En caso de que esta situación permaneciese un ejercicio social, de acuerdo con lo establecido en el artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital, la sociedad debería disolverse, a no ser que se aumente o se reduzca en la medida suficiente su capital social, y siempre que no sea procedente solicitar la declaración de concurso”, explicaba el brazo inversor de Sandra Ortega en su memoria de ejercicio.

Estos movimientos para ajustar los números del grupo inmobiliario parece que han comenzado a producirse. Según consta en el Registro Mercantil, Ferrado Inmuebles ha ejecutado una ampliación de capital de 15 millones este diciembre, que eleva el capital social de la empresa hasta los 100 millones. La operación, que quedó registrada el pasado día 15, alivia parcialmente el desequilibrio financiero de la empresa, que en un año vio cómo su patrimonio neto pasaba de los 143,2 millones de 2019 a solamente 16,4 millones en 2020. Consultada por este medio, Rosp Corunna decidió no hacer comentarios sobre la situación de Ferrado, como suele ser habitual en el grupo de Sandra Ortega.

La moratoria del Gobierno para evitar disoluciones

Lo cierto es que la hija de Amancio Ortega tiene margen para poner en orden los números. El Gobierno aprobó durante la pandemia una moratoria que permite a las empresas acumular pérdidas en los ejercicios de 2020 y 2021 sin que por ello entren en disolución obligatoria. Esa norma que obliga a la liquidación quedó en suspenso hasta el cierre de 2022. De esta manera, empresas que en una situación normal requerirían de inyecciones de capital o tendrían que ir a concurso para salir de la quiebra técnica, pueden obviar estas medidas hasta 2023 debido a la situación excepcional provocada por el Covid.

La propia Ferrado hacía mención a esta normativa, el Real Decreto-ley 16/2020 de 28 de abril, aunque también advertía que cuenta con capital suficiente para reequilibrar el patrimonio de la sociedad. Rosp Corunna, el holding que lidera el grupo empresarial y matriz de la inmobiliaria, tiene más de 763 millones de capital.

Los poderes de Ferrado y el agujero de EEUU

Ferrado controla cuatro grandes sociedades del grupo de Sandra Ortega. La más relevante es Ferrado Properties, de la que detenta el 100% del capital. Se trata del grupo inmobiliario de Estados Unidos del que cuelgan una docena de sociedades, vinculadas fundamentalmente a hoteles. Precisamente, esta vinculación al sector turístico pasó factura al negocio en el año del Covid y Ferrado Properties acabó con unas pérdidas de 128,3 millones.

El holding español también controla dos brazos inversores en Portugal, Ferrado Nacomporta, que es el que desarrolla el resort de lujo en Tròia, y la promotora Ferrado Oporto. El año pasado, Sandra Ortega constituyó una nueva sociedad en Reino Unido, Eldon Street, con un capital de 22 millones. También incrustada en el grupo inmobiliario Ferrado, se dedica al alquiler de oficinas.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp