Caixabank y Bankia devuelven a Abanca al mapa de las fusiones

Los inversores anticipan una nueva oleada de fusiones en el sector financiero que bendicen el BCE y el Banco de España y que coge a Abanca de compras

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Como el pistoletazo de salida de una carrera que llevaba tiempo anunciándose, la fusión que planean Caixabank y Bankia para constituir el mayor banco español ha convencido a analistas e inversores del inicio de un nuevo proceso de concentración en el sector financiero. La bolsa no solo ha premiado a los protagonistas, con subidas de un 32,8% para Bankia y de un 12,3% para Caixabank, sino que toda la banca repuntó con fuerza este viernes. El Sabadell incluso más que la entidad que preside Jordi Gual, pues sus títulos se revalorizaron un 13,8%. Bankinter y BBVA subieron más de un 5%; Liberbank se disparó un 13,5% y otro tanto hizo Unicaja.

Los inversores premiaron a la banca más fusionable mientras S&P vaticinaba una avalancha de operaciones al calor del matrimonio entre Caixabank y Bankia, argumentando que el coronavirus ha puesto de manifiesto “la necesidad de una mayor consolidación”. A la agencia de calificación y a los movimientos de los inversores, se sumaron este viernes los analistas, que ponían sus ojos sobre todo en Sabadell y en la eterna candidata Liberbank en sus augurios sobre próximas integraciones.

La posición de Abanca antes del baile

En ese terreno de juego, entre Liberbank y Sabadell, se mueve Abanca, alejada de los focos de quienes desfilan en el parqué. La fusión entre Caixabank y Bankia coge a Juan Carlos Escotet de compras. El banco heredero de las antiguas cajas gallegas no ha dejado de estarlo desde que en 2018 se hizo con la red de oficinas de Deustsche Bank en Portugal. Después llegó Caixa Geral y las ofensivas sobre Liberbank y Eurobic que no llegaron a buen puerto.

Con el reciente acuerdo para adquirir Bankoa, la entidad financiera gallega superará los 65.000 millones en activos. «Estaremos atentos a cualquier oportunidad que cree valor tras el éxito de la anteriores», dijo Escotet tras anunciar la operación. El presidente de Abanca descartó, eso sí, nuevas intentonas sobre Liberbank y Eurobic.

Desde 2018, cuando cerró la compra de la red lusa de Deutsche Bank, Abanca ha elevado en 12.000 millones su volumen de activos, sin contar la futura integración de Bankoa. Supera a Kutxabank, Ibercaja, Unicaja o Liberbank. Dicho de otra forma, solo está por detrás de Sabadell, Bankinter y la gran banca.

 

Sabadell: 234.500 millones en activos

Bankinter: 92.800 millones en activos

ABANCA: 63.000 millones en activos

Ibercaja: 58.000 millones en activos

Unicaja: 56.700 millones en activos

Kutxabank: 50.000 millones en activos

Liberbank: 45.800 millones en activos

 

Por qué todos esperan fusiones

Como en otras ocasiones pero, esta vez, con el don de la oportunidad, Luis de Guindos explicó esta misma semana la necesidad de una rápida consolidación del sistema financiero -español y europeo-, ahora azuzada por el enlace entre Bankia y Caixabank. El vicepresidente del BCE advirtió que la pandemia está agravando el problema de rentabilidad que atravesaba el sector desde antes de la irrupción del coronavirus.

El exministro de Economía aludió a los altos costes de plantilla y oficinas o el elevado apalancamiento de la banca en su intervención en el seminario El sistema financiero en la crisis de la Covid-19, y alabó los efectos positivos de la primera consolidación tras la crisis económica, pues dejó un sector “más saneado” y con “más capital”.

No es una opinión diferente a la del Banco de España, pues el gobernador Pablo Herández de Cos dijo también esta semana «existe margen para que se produzca alguna consolidación en el sector que contribuya a hacer que las entidades, y el sistema en su conjunto, sean más resistentes». Tres días después, Caixabank y Bankia hacían público que están negociando su integración.

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