Puigdemont y Mas aceleran la ofensiva para ahogar a Esquerra

Puigdemont y Mas reclaman una candidatura de electores, con la complicidad del mundo local y de las entidades soberanistas para impedir que ERC gobierne

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¿Estrategas o tácticos? Una y otra vez los responsables políticos catalanes buscan tender una trampa al contrario, y sigue sin disminuir la distancia entre el discurso privado y el público. Con esos dos principios, Carles Puigdemont Artur Mas aceleran una ofensiva que durará hasta el 17 de noviembre –fecha límite para presentar los candidatos al 21-D—para ahogar a Esquerra Republica.

El argumento tiene un anclaje real: se reclama una candidatura de electores, sin partidos, que integre a los políticos presos, y a dirigentes de las entidades soberanistas. Con ello, y a sabiendas de que Esquerra ya ha elaborado su propia lista, que quiere gobernar y que ha integrado a otras fuerzas políticas para ofrecer pluralidad, como los democristianos soberanistas de Demòcrates, lo que se pretende es reflejar que los republicanos no quisieron una lista unitaria, y lograr un premio electoral.

La presión es máxima, desde las entidades soberanistas, que quieren esa lista unitaria para mantener y forzar el proceso independentista después del 21-D. Este viernes se presentó la campaña para recoger las 55.000 firmas necesarias para constituir una candidatura de electores. En el acto, en el Ateneu Barcelonés, asistieron figuras de la órbita del expresidente Mas, como Agustí Colomines o Pilar Rahola, prueba del interés inusitado que ha causado esa lista de electores.

Mas y Pascal viajan a Bruselas para verse con Puigdemont y pedirle que sea candidato del Pdecat si fracasa la lista de electores

Fuentes del Pdecat, sin embargo, insisten en que lo que se pretende es lograr que Carles Puigdemont sea el candidato del partido, aunque no se logre esa lista unitaria. Con ese fin, Artur Mas y Marta Pascal, coordinadora general del Pdecat, viajaron en la noche de este viernes a Bruselas para entrevistarse con Puigdemont, y analizar todas las posibilidades de esa candidatura de electores, y, en su defecto, ver cómo Puigdemont podría liderar la lista del Pdecat, algo a lo que se resiste el presidente cesado.

Pero eso se le puede ir de las manos al Pdecat. Este sábado las entidades soberanistas, la ANC y Òmnium Cultural, han convocado una manifestación para pedir la libertad de los consejeros presos, tras la decisión de la juez Carmen Lamela de encarcelarlos como medida cautelar. Pero el mensaje de fondo será la petición de “unidad”, para que todo el soberanismo, a través de una candidatura de electores, vaya unido al 21-D.

Se mantiene la lucha por el poder entre el Pdecat y ERC, más allá de las listas unitarias para el 21-D

El Pdecat sabe que ni ERC ni la CUP están por la labor, pero si se reúnen las 55.000 firmas, y la presión se mantiene –importante la que ejerce el mundo local del Pdecat, interesado para sus propios intereses en dejar a ERC en la estacada—esa lista podría ser una realidad si los republicanos acaban por capitular.

Es una lucha por el poder, entre el Pdecat y ERC, que se ha mantenido en los últimos años, y que podría acabar en una nueva situación, completamente nueva, a partir del 21-D con Esquerra en el Gobierno, sea con Oriol Junqueras, si sale de prisión, o con Marta Rovira, que será la número dos en las listas.

El Pdecat desea iniciar un nuevo partido el 21-D, pero sigue jugando para erosionar a ERC

El Pdecat está desesperado. El consejo nacional que iba a aprobar las listas este sábado, se ha aplazado al próximo miércoles, porque se está a la expectativa de lo que quiera hacer Puigdemont. El proyecto del partido, al margen de ese mensaje público a favor de la lista unitaria, es configurar unas listas electorales propias que le aseguren un lugar bajo el sol en el Parlament, aunque sea en la oposición, y en una posición menor.

El objetivo es una especie de volver a empezar, y recuperar el espacio ideológico del centro-liberal, aunque ahora ya desde la defensa del soberanismo. Para ello se basa en las figuras de los alcaldes. Para encabezar la lista de Lleida, se piensa en Marc Solsona, alcalde de Mollerussa; para Girona, el nombre es el de Lluís Guinó, alcalde de Besalú, y miembro de la Mesa del Parlament, que declaró en el Tribunal Supremo; y Jordi Sendra, diputado, es el hombre para Tarragona.

El obstáculo es Puigdemont. Y, por ahora, el partido se ha prestado a defender el proyecto de Puigdemont de elaborar una candidatura de electores, con el ánimo de erosionar todo lo que pueda a Esquerra. Si se logra, perfecto, aunque el precio sería el final del Pdecat como partido. Y si no se alcanza, mejor, porque se dirá que los republicanos lo han impedido y se jugará contra Esquerra durante la campaña electoral.

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