La doctora Natalia Ribé estrena un nuevo espacio en Paseo de Gràcia
La especialista en medicina estética ofrece un amplio abanico de tratamientos con precios que se adaptan a todos los bolsillos
La medicina estética ha sufrido un boom durante los últimos años. La necesidad de los españoles de verse bien por fuera para sentirse bien por dentro se nota en las consultas de las clínicas especializadas. Muestra de ello, la doctora Natalia Ribé ha apostado por un nuevo espacio para su clínica más grande, que le permita ofrecer los mejores servicios con la última tecnología.
Ha trasladado su consulta privada del número 90 al 60 del céntrico y lujoso Paseo de Gràcia de Barcelona. El nuevo centro cuenta con 240 metros cuadrados con diferentes espacios para realizar tratamientos de estética, belleza y nutrición.
Con un equipo de cinco personas, contando con la propia Ribé, esta clínica ofrece una amplio abanico de tratamientos con productos de primera calidad y la mejor técnica, lo que le ha dado a Ribé el prestigio que tiene entre los profesionales del sector.
Aumenta las visitas de hombres
Aunque la mujer se ha caracterizado más por cuidar de su aspecto, cada vez hay más hombres que se preocupan por estar en forma. “Entre nuestros clientes un 70% son mujeres y un 30% hombres, con un crecimiento cada vez mayor de los tratamientos masculinos”, asegura Ribé.
Entre los servicios más solicitados en la clínica se encuentran los tratamientos faciales con una media de 15 o 20 diarios. Y en cuanto a los precios, hay tarifas para todos los bolsillos. “Tenemos desde 65 euros a 800 euros”, detalla la doctora.
Intrusismo
La medicina estética se ha convertido casi en una moda, y como consecuencia, han crecido los centros dedicados a ello. Sin embargo, lamentablemente no existe en todos el mismo nivel de calidad y, por ello, se han conocido de casos en los que los tratamientos han perjudicado la salud de los pacientes.
“Es una lástima pero es un a realidad. Hay gente que hace dos cursos y cree que sabe hacer los tratamientos. No entiendo cómo puede pasar. Estos casos deberían estar más perseguidos y castigados porque vanalizan el trabajo de los buenos profesionales”, reclama Ribé.
Y es que la medicina estética también tiene sus límites. “ Si eres un buen profesional tienes que saber diagnosticar, informar y tratar sólo lo necesario. Es importante saber decir que sí pero también que no”, detalla la doctora, quien asegura que la fidelidad de sus clientes es la que le permite mantener la actividad pese a la crisis.