La caída del petróleo castiga a Repsol, BP, Eni, Galp y Total Energies: menos beneficio y recortes de inversión
La volatilidad del mercado y la caída de los márgenes de refino ponen sobre aviso a las compañías del sector
Archivo – El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz
Las principales petroleras europeas han sufrido en el primer trimestre del año la caída de los precios del crudo y la volatilidad del mercado, acentuada posteriormente por la guerra arancelaria de Donald Trump. Repsol, BP, Eni, Galp, TotalEnergies y Equinor han reducido su beneficio considerablemente y algunas han anunciado recortes en sus planes de inversión a consecuencia.
En el caso de Repsol, la compañía española ha sufrido un desplome del 62% en sus ganancias, hasta los 366 millones, como consecuencia del contexto geopolítico, el escenario volatil y los menores precios del petróleo que le han llevado a obtener unos menores márgenes de refino.
Su homóloga portuguesa Galp también ha recortado su beneficio, en este caso un 41%, hasta alcanzar los 192 millones en el primer trimestre. La energética tuvo que hacer frente a paradas en sus plantas de producción de Brasil por mantenimiento, pero también sufrió el impacto de la caída en los márgenes de refino.
El beneficio neto de la británica BP ha caído un 49%, hasta los 1.380 millones de dólares (unos 1.200 millones euros al cambio actual) en los tres primeros meses del año.
También la francesa TotalEnergies refleja en sus cuentas una importante caída del beneficio del 21%, hasta los 18.300 millones de dólares (unos 16.000 millones de euros). En el caso de la italiana Eni, ha reducido su beneficio hasta los 1.172 millones de euros en el mismo periodo, lo que supone una caída interanual del 3%.
Por su parte, la noruega Equinor es la que menos ha sufrido el impacto de la volatilidad del mercado y la caída de precios del crudo, si bien sus ganancias se resienten un 2%, hasta los 2.308 millones de euros.
Repsol sigue vendiendo activos y no invertirá hasta que se calme la guerra arancelaria
El contexto geopolítico está marcando una tendencia a la baja para la mayor parte de las petroleras europeas, por lo que algunas de ellas están tomando medidas estratégicas para reducir el impacto en sus balances financieros.
Respecto a Repsol, la empresa que lidera Josu Jon Imaz continúa con su estrategia de rotación de activos con la que espera obtener un total de 2.000 millones de euros a finales de año.
La última venta realizada ha sido la del 46,3% de una cartera solar y de almacenamiento en Estados Unidos por unos 300 millones de euros a Stonepeak.
Además, la compañía está siendo una de las energéticas perjudicadas por la ofensiva comercial de Trump y sus medidas geopolíticas desde que llegó a la Casa Blanca.
Por un lado, la Administración estadounidense le ha retirado la licencia para operar en Venezuela, donde cuenta con una exposición patrimonial de más de 500 millones de euros y una deuda histórica que aún no ha logrado saldar con el país que gobierna Nicolás Maduro.
Por otro lado, la postura hostil hacia las energías renovables que ha adoptado el mandatario, especialmente con la eólica marina, así como la política de subida de aranceles ha puesto en alerta a Repsol en cuanto a futuras inversiones.
Tal y como reconoció el propio Imaz durante la conferencia con analistas tras los resultados trimestrales, la compañía no asumirá nuevas inversiones ni compromisos de decisión final de inversión (FID) hasta que haya un escenario claro sobre la política arancelaria.
El consejero delegado de la cotizada española aseguró que «prefiere esperar» para ver que sucederá exactamente antes de tomar decisiones. «Preferimos tener todas las cartas en nuestras manos para jugar. Así que vamos a esperar. Veremos cómo se desarrolla esta negociación, a nivel mundial y específicamente entre Europa y Estados Unidos, en las próximas semanas y meses. Y esperamos que sea satisfactoria», señaló.
En Estados Unidos también ha tenido problemas Equinor. El gigante noruego fue notificado recientemente por las autoridades del país para que frenase el desarrollo del proyecto eólico marino Empire Wind de Equinor frente a las costas de Nueva York.
Unas instalaciones que ya contaban con todos los permisos y que se encontraba en fase de construcción. La situación ha puesto sobre aviso a otras compañías energéticas con proyectos en el país norteamericano como Iberdrola, con dos ambiciosos proyectos en desarrollo.
BP gira de las renovables a los hidrocarburos y Eni recorta sus planes de inversión
Por su parte, BP continúa reforzando su giro hacia los hidrocarburos y reduciendo su exposición a las energías renovables para tratar de convencer al mercado y a sus accionistas.
La compañía prometió recortar sus inversiones en este tipo de tecnologías verdes al mismo tiempo que reforzar el gasto en petróleo y gas, su negocio principal.
Las presiones accionariales por parte del fondo Elliott Management, que entró recientemente en su capital aflorando una posición superior al 5%, conducen a la empresa hacia un enfoque aún mayor hacia los hidrocarburos.
Aunque no específicamente en renovables, Eni también ha tenido que reducir sus previsiones de inversión recogidas en su plan estratégico para hacer frente al contexto actual de precios.
De este modo, la petrolera italiana ha reducido a 6.000 millones el capital que iba a destinar a inversiones durante este año, frente a una estimación inicial de entre 6.500 y 7.000 millones.
El recorte se enmarca en un plan de ajustes más amplio con el que Eni busca compensar impactos negativos de más de 2.000 millones de euros que ha sufrido por la caída de los márgenes de refino a raíz del escenario de precios bajos en los mercados petrolero y gasístico europeos.