La participación masiva pone en peligro la mayoría de la lista de Mas y su futuro político

El bloque independentista, formado por Junts por sí y la CUP, podría no alcanzar los 68 escaños si vota más del 75% del censo

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Jornada de reflexión. La más trascendental que vive Cataluña desde la recuperación democrática. Mañana cinco millones y medio de catalanes están llamados a las urnas. A estas alturas de la partida ya nadie duda de que éstas no son unas elecciones normales. O gana el bloque del o gana el del no. Eso es lo que está en juego.

¿Se abrirá la vía de la independencia? Los expertos coinciden en que eso depende de la participación. Si se logra una afluencia masiva a las urnas, que supere el 75%, cifra que nunca se ha alcanzado en las autonómicas catalanas, es muy posible que el bloque del no a la independencia se imponga al del .  

Campaña de Junts pel sí en el área metropolitana

Un sí por el que aboga Artur Mas, que se juega este domingo su futuro político. Antes de la campaña, el presidente de la Generalitat perdió a Unió, su socio de toda la vida, pero promovió una lista secesionista a la que llamó «única» y «conjunta», Junts pel sí. A esa candidatura se sumaron ERC, la Asamblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural, algunos disidentes de Unió y del PSC, famosos de diferentes sectores y Raül Romeva, un ex ecosocialista, en calidad de cabeza de lista.

Junts pel sí sabe que tiene a muchos catalanes muy convencidos y muy movilizados, sobre todo, en el interior de Cataluña. Por eso, se ha volcado durante la campaña en el área metropolitana de Barcelona con el mensaje de que su apuesta con la secesión no tiene nada que ver con el origen de las personas y con la promesa de que en un país separado de España se vivirá mucho mejor.

La necesidad de pactar con la CUP  

La lista de Mas, en la que el president va de número cuatro, ganará las elecciones. La duda está en si tendrá la mayoría suficiente para poner en marcha su proceso soberanista encaminado a declarar la independencia en 18 meses. Ninguna encuesta le da la mayoría absoluta, que en el Parlament se sitúa en 68 escaños. Los sondeos otorgan a esta candidatura una horquilla muy amplia que va desde los 50 hasta los 67 diputados.

En consecuencia, Junts pel sí no podrá emprender el camino de la independencia en solitario. Pero resulta que su lista no era tan «única» como Mas presumía. La CUP, una formación antisistema de izquierda radical que lidera Antonio Baños, también es secesionista sin tapujos y puede ser la clave de estas elecciones. Los sondeos le pronostican también un resultado muy variable de entre cinco y 12 representantes.

Las encuestas no publicadas   

Los escaños de Junts pel sí sumados a los de la CUP sí podrían servir para abrir el melón de la independencia. Las últimas encuestas publicadas dan por hecho que esa mayoría se producirá. Las últimas encuestas no publicadas, las que han encargado partidos e instituciones, las que circulan por ahí, arrojan un resultado muy distinto e indican que ese bloque soberanista puede no llegar a sumar los 68 escaños imprescindibles para que Mas se tire al monte de la secesión.

En lo que sí hay coincidencia, tanto de los sondeos públicos como de los ocultos, es que Ciutadans será la segunda fuerza política del Parlament que salga de las urnas el domingo. Inés Arrimadas, la candidata de la formación naranja, se ha presentado durante la campaña como la representante «de la sensatez» y ha hecho un llamamiento para que la voten a todos aquellos que se sienten tan catalanes como españoles y europeos.

Contundente campaña de García Albiol

Ciutadans subirá en detrimento del PP, pues ambas formaciones pescan en la misma bolsa de votantes. Los de Albert Rivera tienen ahora nueve escaños. El PP, 19. Es posible que los términos se inviertan. Las encuestas auguran una veintena de diputados para Ciutadans y alrededor de 10 para los populares.

No obstante, en los últimos días de campaña el PP podría haber mejorado sus expectativas. El cambio de Alicia Sánchez Camacho por Xavier García Albiol parece haber dado buenos frutos. García Albiol ha hecho una campaña contundente, clara, en la que ha hablado sin pelos en la lengua y ha explicado las amenazas que se ciernen sobre una hipotética Cataluña independiente: el corralito, la marcha de los bancos y de las empresas a otros lugares de España, el aumento del paro, la salida de la Unión Europea…

Miquel Iceta remonta

García Albiol ha remontado. Miquel Iceta, también. El candidato de los socialistas ha hecho una campaña simpática en la que se ha presentado como la tercera vía. Iceta es el no  independentista que rechaza también el inmovilismo del PP y se postula como el reformista que cambiará la Constitución para facilitar el encaje definitivo de Cataluña en España.

Los socialistas podrían superar unas encuestas que los sitúan entre los últimos de la fila. Lo harían en detrimento de Catalunya sí que es pot, la coalición de izquierdas que engloba a ICV y Podemos y que encabeza Lluís Rabell. La campaña de este activista vecinal no ha convencido. Todo apunta a que Rabell ha ido perdiendo fuelle a pesar del intenso respaldo que le ha prestado el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

La entrada de Unió en el Parlament, ¿decisiva?

Queda Unió. El partido de Josep Antoni Duran puede ser decisivo en estas elecciones. Con Ramon Espadaler a la cabeza, son muchos los sondeos que no le dan representación en el Parlament, pero las últimas encuestas vaticinan la entrada de los democristianos en la Cámara.

Eso tendría un doble efecto. Por un lado, implicaría la pérdida de votos para la lista de Junts pel sí. Por otro, Unió podría servirle a Mas como elemento de negociación post electoral: si la CUP aprieta mucho y pide la cabeza del president, éste puede amenazar con pactar con Espadaler y tirar la toalla del proceso obligando así a Baños a dar su brazo a torcer.             

 

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