Senyor Parellada, la fonda

Argenteria, 37 93 310 50 94 www.senyorparellada.com

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Ramon Parellada, miembro de la saga de restauradores más antigua y extensa de Catalunya -siete generaciones- hace años que consiguió su objetivo: montar una fonda al estilo de las antiguas casas de comidas de los pueblos en el corazón de Barcelona. Primero, montó el restaurante, después le dio más espacio en el edificio del siglo XIX donde está ubicado y finalmente pudo añadirle la casa de huéspedes de la puerta de al lado. La visita ya merece la pena aunque solo sea por ver el local, con su patio de tres alturas, con las galerías donde se ubican las mesas abiertas al espacio central, las ventanas con barrotes como las de las pequeñas ciudades y la decoración, con luces tenues, colores amables y esas plantas refrescantes típicas de las casas de pueblo.


 

A pesar de estar en una zona tan turística de Barcelona y de figurar en todas las guías, la inmensa mayoría de su clientela es nativa. Y es lugar de encuentro de políticos y hombres de empresa, así como de los sindicalistas de CCOO, que tienen la sede central enfrente. Tanto Joan Coscubiela como Joan Carles Gallego, los dos últimos secretarios generales del sindicato, han sido clientes asiduos. También he visto altos cargos de la Generalitat. Recuerdo que el día del nombramiento de Josep Lluís Carod-Rovira como viepresidente del Govern lo encontré allí comiendo con su esposa y su recién estrenada escolta.

La presencia de políticos en sus comedores es tradicional, como queda reflejado en algunos de los platos de la casa. Parellada recuerda al dirigente del PSUC Josep Solé Barberá, con los Macarrones del Abogado Solé, una receta tan deliciosa como contundente. El Platillo del Guti también hace honor a otro militante del PSUC, el pediatra Antoni Gutierrez Díaz, que fue secretario general del partido. La carta vincula también muchas de sus ofertas al territorio, con referencias a Vilanova, el Bages, el Vallés, Terra Alta o el Montseny.

Un local con una personalidad muy definida que lo hace único en la ciudad a unos precios más que razonables. La carta de vinos está muy estudiada, con novedades siempre pensadas por su calidad y coste, incluidos los cavas agradables tan frecuentes en las mesas que no disparan la cuenta.

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