Catalán o en catalán y puñetazos

 

Catalán o «en catalán»: dicen que en Catalunya las cosas cambiarán dentro de unos días y que ahora sí que seremos lo que somos. Y todo porque se publica un diario en catalán. ¿Un diario pensado y escrito en catalán, o un periódico traducido al catalán? La diferencia es muy importante y significativa como para no prestarle atención. Pensar en catalán no es lo mismo que traducir al catalán. Como no es lo mismo Emili Teixidor que Camilla Läckberg, por mucho que los libros de esta señora estén traducidos al catalán, y no por ello son literatura catalana. Los libros de Emili Teixidor sí que son literatura catalana.

Diarios pensados en catalán ya tenemos: Ara, Avui (o lo que queda de él), Regió 7, El Punt y muchos más. Y cuando nació Ara, a finales de noviembre, no vi que la sociedad civil, la sociedad política y todas las sociedades catalanas hicieran las mismas manifestaciones de entusiasmo que ahora están haciendo. (Lo único que preocupaba era cuánto dinero le había dado el Govern; ahora, de los que ha dado para la traducción nadie habla) Y Ara sí que es un diario pensado y escrito en catalán. Y cuando habla de nación sabes perfectamente a qué nación se refiere, y cuando escribe sobre literatura nacional también sabes de que habla, y si lo hace de los derechos nacionales no tienes duda de qué derechos está hablando. A partir del martes no sabremos (o quizá sí) si cuando hablan de nación quieren decir Catalunya o España.

Al final, todo ello demuestra que somos un país en el que estamos donde estamos porque a nosotros ya nos va bien que estemos así. Y mientras podamos cargar las culpas y nuestros males a Madrid ya nos va bien. Ahora, con otro diario traducido al catalán ya habremos dado un nuevo paso para seguir haciendo la «puta y la Ramoneta» que tanto nos caracteriza y tanto nos gusta. Y mientras tanto, el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, se lamenta (otro rasgo que nos caracteriza, el lamento) de que Madrid ya nos gana en peso cultural. Vaya lamentando, señor conseller. Así gana tiempo (?) En vez de pensar como remontar y estar en el lugar que nos corresponde. Y presente libros suyos.

El puñetazo sobre la mesa:
Josep Guardiola ha sido el primero en darlo. El Govern, para reclamar lo que es nuestro, hace lo que sabe hacer: marear la perdiz. El Parlamento presidido por una hada permite que las cajas envíen a segundas filas a informar del estado de las fusiones y concentraciones. Y el hada tampoco da el puñetazo sobre la mesa para cuadrar a quién debería cuadrar. «No, por favor, no debemos hacerlo, aún nos haríamos daño». Y como dice Mohamed Jordi, «se nos mean en la boca». Cuando estalló el caso Pretoria, hace ya un montón de tiempo, un miembro de esta sociedad civil tan catalana contaba porqué había sido el juez Garzón quien había iniciado las investigaciones: «porque en Catalunya nadie osaría hacerlo». Y eso es lo que nos caracteriza. El oasis catalán que implantó e implementó nuestra clase política es una de las taras que más nos han impedido avanzar.

Y el puñetazo, que ahora debería dar el President Mas, y que debería haber dado la Presidenta del Parlament, si no fuese una hada, empieza a ser imprescindible. Para que nos den lo que es nuestro y porque quien lo tiene que hacer explique cómo han quedado las cajas catalanas. Incluso Guardiola le ha pasado la mano por la cara a la clase política de este país.

Spanair: el consejero Recoder decía el otro día que la inversión pública en Spanair es la mejor vía para convertir El Prat en un hub. Es el primer apoyo público del nuevo Govern a Spanair. Y creo que necesita más. De todo: apoyos y millones. Y sobre todo necesita una postura clara y decidida del Govern. Que diga para siempre si Spanair es estratégica y se acaben para siempre las filtraciones y las especulaciones. Si queremos que Spanair funcione y salga adelante necesita todo el apoyo posible. Aunque provenga de un Gobierno en el que el «tot i que …» prima más que las estrategias y las manifestaciones claras y decididas. Y si no lo creemos estratégico, dejémoslo correr cuanto antes. Pero también, dejemos de lado y para siempre, la ambigüedad del «tot i que …»

AXA: una reivindicación nacional. Hace más de un año la aseguradora AXA eliminó de su web la posibilidad de hacer uso del catalán. En su call center, también. Su consejero delegado aseguró hace un año que en unos meses este tema estaría arreglado. AXA tiene una gran presencia en Catalunya (seguramente la más importante del Estado) y quisiéramos saber si las direcciones generales de Política Financiera i Assegurances y la de Política Lingüística han recordado a la aseguradora que en Catalunya hay una ley que se ha de cumplir. A los clientes catalanes, que en su día marcaron la casilla de «deseo recibir la información en catalán», también les gustaría que respetasen sus derechos.