Marruecos, caladero de votos del PSOE 

El Islam, no hay que olvidarlo, promueve ideas que chocan frontalmente con los denominados valores progresistas

El problema de que Pedro Sánchez parezca ya un presidente moribundo, políticamente hablando, es que España se asemeja también a un país zombi del que se aprovechan sus enemigos intentando sacarle hasta los higadillos. A los nacionalistas e independentistas, que cada vez que votan algo le cuesta a Sánchez (y a los españoles) un huevo de la cara y la yema del otro, hay que sumar ahora el voto de los marroquíes nacionalizados en España. Dicen los últimos estudios que los magrebíes prefieren votar a la izquierda antes que a la derecha por un margen muy amplio, de hasta 45 puntos. Y se calcula que en las próximas elecciones los extranjeros nacionalizados con derecho a voto serán ya el 8% del censo total

Lo que este dato viene a demostrar es que a la mayor parte de este colectivo de inmigrantes marroquíes le importa los valores, la cultura y España como país tanto como a los independentistas y nacionalistas catalanes y vascos. Nada. Lo que quieren es un Gobierno que responda a sus pretensiones: Que permita la entrada de inmigrantes de todo origen y condición sin ninguna restricción, además de una política de ayudas y subvenciones generalizada. Y a poder ser sin que se exija ningún esfuerzo de integración. Por eso Sánchez es un chollo también para ellos. De otra manera no se entiende que, quienes practican el Islam como religión, apoyen a un partido que tiene como bandera defender derechos y libertades que están en las antípodas de sus costumbres y forma de ver la vida. 

El Islam, no hay que olvidarlo, promueve ideas que chocan frontalmente con los denominados valores progresistas: la igualdad de género, la aceptación de la homosexualidad, el sexo fuera del matrimonio o el aborto, entre otros, están castigados con penas de prisión y represión social. Mientras, persisten la poligamia y el matrimonio de menores, así como una absoluta discriminación de la mujer en herencias o en la custodia de los hijos. Valores de auténtica ultraderecha que, al parecer, no serían incompatibles con votar al PSOE. 

Está claro que los intereses de Sánchez y los del régimen marroquí coinciden en un punto clave: facilitar una inmigración que, a medio plazo, se convertiría en un caladero de votos para el PSOE

Esta aparente contradicción solo se entiende porque los musulmanes que votan a la izquierda española lo hacen llevados por intereses mucho más prosaicos que los que defiende su religión: Lo hacen para tratar de evitar que la derecha llegue al Gobierno en España y aplique una política migratoria mucho más restrictiva que la de “puertas abiertas” que practican el socialismo y sus socios más radicales. 

Está claro que los intereses de Sánchez y los del régimen marroquí coinciden en un punto clave: facilitar una inmigración que, a medio plazo, se convertiría en un caladero de votos para el PSOE. No se trata solo de una estrategia exterior, sino también de un cálculo político interno. El resultado es un Gobierno rehén de sus propios pactos, que ha convertido la política exterior en una herramienta al servicio de la aritmética parlamentaria. Marruecos lo sabe y actúa en consecuencia. Igual que los socios de Sánchez en la Moncloa —desde Bildu hasta ERC—, el régimen de Rabat huele la debilidad. Y frente a un Ejecutivo que prioriza su estabilidad sobre la defensa del interés nacional, los adversarios se fortalecen. 

En Ceuta y Melilla se respira, como todos los veranos, una tensión constante fruto de la estrategia de presión que Marruecos ejerce sobre las dos ciudades autónomas españolas. Estos enclaves son para Rabat una espina clavada que espera sacarse más pronto que tarde, así que no escatima en utilizar la fuerza migratoria, especialmente sus menores, con todos los incidentes que protagonizan en los centros de acogida. No es un fenómeno nuevo, pero sí cada vez más preocupante, especialmente en un momento de debilidad institucional en el que el Gobierno de Pedro Sánchez parece más dispuesto que nunca a ceder en asuntos de Estado para preservar su supervivencia política

Mohamed VI conoce perfectamente la forma de gobernar de Pedro Sánchez. Sabe que cuando se ve presionado, opta por contentar al que puede poner en jaque su continuidad. Lo ha hecho con los partidos independentistas catalanes, a quienes ha entregado privilegios fiscales que desbordan el marco constitucional. Y lo hace con Marruecos, aceptando condiciones opacas a cambio de garantizar una calma aparente en la frontera sur. Pero esa calma es ilusoria. Cada gesto de debilidad es interpretado por Rabat como una oportunidad para avanzar en su objetivo estratégico: debilitar la presencia española en el norte de África. 

El reconocimiento del Sahara Occidental como autonomía dentro del plan marroquí es una muestra más de la forma de proceder del presidente español. Su decisión, sin pasar por el Congreso, sin informar a la oposición, plantean serias dudas sobre las razones que llevan a Pedro Sánchez a ceder ante el monarca alauí. Hay quien cree que en Rabat tienen información sensible que podría hacer caer al Gobierno, pero empieza a cobrar cada vez más sentido la sospecha de que existe una alianza (un colchón de intereses, se decía antes) entre Sánchez y Mohamed VI para que el PSOE se perpetúe en el poder e impida la llegada del PP al Gobierno. 

La opacidad con la que Sánchez maneja sus “acuerdos” con Marruecos alimenta las sospechas de que se están cediendo parcelas de soberanía sin control ni rendición de cuentas. Al igual que en el caso catalán, la factura podría ser muy alta y pagarse a medio plazo. Solo así se explica la pasividad y la nula gestión del control migratorio del Gobierno de España.  

2 comentarios en “Marruecos, caladero de votos del PSOE 

  1. Una pregunta, si contrato como periodista se ciñe solo a escribir artículos en contra del presidente del gobierno en particular y solo pone el foco en eso? No encuentra más temas para escribir o es algo personal que tiene que ver con RTVE y su marcha?
    Debe ser difícil tener un monotema.
    Saludos y buen verano y mejores vacaciones.

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