Eroski y el reto de llenar la cesta sin vaciar el bolsillo

La planificación también juega un papel esencial a la hora de hacer la compra

La Navidad es, para muchas familias, una de las épocas más especiales del año. También es, sin embargo, uno de los momentos de mayor tensión para el presupuesto doméstico. A la ilusión por compartir, celebrar y mantener tradiciones se suma una realidad económica que sigue marcando las decisiones de compra, debido al encarecimiento acumulado del coste de la vida y una mayor sensibilidad al precio en la cesta de la compra.

Así lo confirman datos recientes de consumo: durante las semanas navideñas, el gasto en alimentación puede incrementarse en torno a un 30% respecto a un mes medio del año. Los productos frescos, las elaboraciones especiales y las comidas familiares hacen que la cesta crezca, al tiempo que los hogares buscan fórmulas para equilibrar calidad, cantidad y precio. En este contexto, el ahorro deja de ser una opción para convertirse en una necesidad.

Desde la industria de la distribución alimentaria tenemos una responsabilidad clara, facilitar que las familias puedan celebrar sin que ello suponga un desequilibrio excesivo en su economía. En EROSKI llevamos años trabajando con este objetivo, pero es en campañas como la Navidad cuando ese compromiso se vuelve especialmente visible y exigente.

Promociones, marca propia y compra planificada

Nuestro enfoque parte de la premisa de que el ahorro real es aquel que se traslada directamente a la cesta de la compra, sin renunciar a la calidad, la seguridad alimentaria ni al apoyo al tejido productivo local. Por eso, estas Navidades hemos reforzado de forma significativa nuestro esfuerzo promocional, destinando 44 millones de euros a promociones, ofertas y descuentos, con el objetivo de amortiguar el impacto del incremento estacional del gasto y ayudar a las familias a planificar mejor sus compras.

Pero el ahorro no se construye únicamente a base de promociones puntuales, requiere una estrategia integral que combine varios elementos clave. Uno de ellos es la marca propia, que hoy es una palanca fundamental para muchas economías domésticas. Una marca propia sólida, con estándares de calidad contrastados y precios coherentes, permite a los hogares mantener sus hábitos de consumo y sus recetas tradicionales sin exceder el presupuesto. En Navidad, esto cobra especial relevancia en categorías como conservas, dulces, productos frescos o ingredientes básicos para la cocina festiva.

Otro factor determinante es la personalización del ahorro, porque no todas las familias compran igual ni tienen las mismas prioridades. Por eso, a través de EROSKI Club, trabajamos para adaptar las promociones a los hábitos reales de compra de cada cliente. La combinación de descuentos generalistas con ofertas personalizadas permite que el ahorro sea más eficiente y, sobre todo, más útil. En un escenario en el que cada euro cuenta, recibir un descuento en aquellos productos que forman parte habitual de la cesta marca una diferencia tangible.

La planificación también juega un papel esencial a la hora de hacer la compra. Cada vez más consumidores adelantan parte de sus compras navideñas para repartir el gasto en varias semanas, aprovechar promociones y evitar compras impulsivas de última hora. Desde EROSKI acompañamos este cambio de comportamiento con campañas escalonadas, información clara en tienda y propuestas que facilitan una compra más consciente y organizada.

Todo ello se apoya en una escucha constante de las personas consumidoras. Analizar los hábitos de compra, entender cómo evolucionan las cestas y detectar dónde se concentran las mayores tensiones económicas nos permite ajustar mejor nuestra propuesta comercial. De esta forma, la información y los datos, bien utilizados, se convierten en una herramienta al servicio del ahorro y no solo del negocio.

Como cooperativa de personas consumidoras, este compromiso forma parte de nuestro ADN, dado que nacimos con la vocación de facilitar el acceso a una alimentación de calidad a precios justos, y ese propósito sigue plenamente vigente. Por tanto, en el contexto actual, marcado por la incertidumbre y la prudencia en el consumo, creemos que el papel de la distribución va más allá de llenar lineales, sino que consiste en acompañar a las familias, ofrecerles opciones y ayudarles a tomar decisiones que protejan su economía.

La Navidad seguirá siendo un momento de encuentro y celebración. Por ello, contribuir a que las familias puedan vivirla con tranquilidad, sin que el gasto en la cesta comprometa su economía, es parte esencial de nuestro compromiso de poner a las personas y al entorno en el centro.

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