Cataluña basa su crecimiento en el sector público

La Generalitat de Catalunya desde que Illa fue elegido presidente ahora hace once meses ha repetido insistentemente que Cataluña “está de vuelta” y que pretende liderar de nuevo la economía nacional. Más allá de las proclamas ¿Cuál es la realidad? ¿Cataluña está recuperando fuelle fruto de la nueva normalidad en la que tanto insiste Illa? 

BBVA Research ha presentado su informe sobre la economía catalana correspondiente al primer semestre de 2025 y señala, de forma algo sorprendente, que Cataluña llevaba desde el primer trimestre del 2024 creciendo por encima de la media nacional pero que en el segundo trimestre de este año ha marcado el mismo registro que el conjunto de España. 

La economía catalana ha crecido un 0,7% entre abril y junio de este año y la previsión de BBVA Research es que cierre el año con un 2,6% frente al 3,2% con la que cerró 2024. El crecimiento se ralentiza y la previsión para 2026 se sitúa en un 1,6%. BBVA intenta lanzar un mensaje optimista señalando que el crecimiento del PIB catalán pierde impulso, pero sigue siendo sólido.   

Si bien la Generalitat intenta vender que su labor permite a Cataluña recuperar posiciones la realidad es que es el sector público el que impulsa la afiliación a la Seguridad Social con un crecimiento del 0,57. El sector público entre 2019 y 2024 es el motor de la contratación en Cataluña con un 3,28 muy por delante del segundo sector en este periodo, el de las actividades profesionales, con un 2,04 de crecimiento. ¿Cataluña lidera? Si, en expansión del sector público ¿Quién sostendrá este gasto? Las empresas y los particulares a base de impuestos.   

En pleno debate sobre la inmigración hay un dato que llama mucho la atención: entre el 2021 y 2024 se han creado en Cataluña 337.000 empleos de los 191.000 han sido cubiertos por extranjeros, el 61%. No podemos dejar de preguntarnos cual es el motivo ¿los españoles no queremos trabajar o hay ciertos sectores que solo se cubren con extranjeros?

El análisis de la evolución de la economía catalana pone de manifiesto que hay muchos desequilibrios y que el alto nivel de intervención desde la administración no ha tenido efectos siempre positivos. Por ejemplo, en plena discusión sobre el cierre de las nucleares Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón son autosuficiente energéticamente, pero Cataluña no hecho que puede lastrar la evolución de la industria catalana y puede provocar un incremento de costes. A pesar de todo un dato positivo es que la producción industrial de Cataluña ya supera los datos prepandemia.

El debate político y la obsesión independentista, avalada por Illa, de que Cataluña tenga un trato diferente a la del resto de autonomías si parece estar teniendo un coste para la economía catalana dado que la movilidad entre ciudadanos de diversas comunidades ha bajado el primer semestre de 2025 un 3,4%. Especialmente los madrileños y los andaluces han reducido sus viajes a Cataluña un 11,4% y un 8,3% respectivamente pero también ha caído el gasto de los catalanes en Madrid también un 7,8%. Es una mala noticia no solo para la economía porque ya se sabe que el roce hace el cariño.  

Si es buena noticia que la reducción de tipos ha disparado las hipotecas en Cataluña un 32%, aunque en el mundo inmobiliario la felicidad tampoco pueda ser completa dado que el mayor riesgo en la construcción es que se han disparado los costes salaries un 8,9%, muy por encima de la media nacional que fue de 3,4%. Eso puede afectar al necesario despegue del sector en Cataluña dado que es la tercera comunidad española con más déficit de viviendas solo por detrás de Región de Murcia y Comunidad Valenciana y por encima de la media nacional.

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