Catalunya: rebaja de impuestos y de rating de la deuda

El mismo día que se anunciaba una sustancial rebaja del impuesto de Sucesiones, la agencia de calificación Moody’s rebaja la calidad de la deuda catalana de A1 a AA3. Una coincidencia no casual. Como contribuyente, estoy encantado con la rebaja del impuesto de Sucesiones.

Si rebajan el IRPF, el IVA, etc., mejor. Pero como país es evidente que la decisión no se ha tomado en el momento adecuado. Más si tenemos en cuenta que el recorte del impuesto de Sucesiones no favorece la actividad económica, único argumento que podría justificar un recorte impositivo en momentos de déficit público desbocado.

El problema es significativo del mal diseño del sistema de financiación de las comunidades autónomas a nivel general y del poco interés de las CC.AA. en ejercer su poder impositivo, debido a las ventajas políticas de bajar impuestos, pedir más al Estado y esperar que sea el gobierno central quien tenga que subirlos para traspasarle la responsabilidad política.

El estado de las autonomías se ha basado en el principio de descentralizar el gasto, pero el Estado ha querido preservarse el control de la recaudación y de la normativa impositiva esencial, por un mal entendido principio de igualdad y de unidad de mercado. Las CC.AA. se han apuntado entusiastas a no tener que afrontar la nada popular tarea de legislar sobre los grandes impuestos. Y aunque la capacidad normativa de las CC.AA. se ha ido ampliando, de momento ninguna hace uso de sus prerrogativas y prefiere reivindicar al estado… Leer más…