Crisis del Popular: una de piratas

La supuesta adquisición del Popular exige una gran cantidad de explicaciones porque nada parece lo que es y nada cuadra como debiera

Las películas de piratas están de moda. Se estrena estos días la enésima versión de “Piratas del Caribe” y las pantallas se llenan de pañuelos en la cabeza, parches en un ojo y loros sobre el hombro. Todo un clásico. Debemos esta imagen tan gráfica y asumida a una de las obras más emblemáticas de la denominada literatura infantil, “La Isla del Tesoro”, libro inmortal escrito por el escocés Robert Louis Stevenson y con innumerables versiones fílmicas posteriores.

Para quienes no lo recuerden, el argumento es el siguiente: el joven Jim Hawkins vive tranquilamente en un pequeño pueblo pesquero de la costa inglesa. Aparece de repente en su taberna un viejo marinero borracho que le deja, antes de morir, el mapa de un tesoro, el del legendario pirata Flint y que se encuentra en una isla tropical. Con la ayuda de una adinerada capitanía, fletan un barco curiosamente denominado “La Hispaniola” y se dirigen al Caribe ayudados por el traidor cocinero John Silver “el Largo”, quien será el responsable de reclutar a la marinería. La tripulación se amotina y carga contra los caballeros, quienes consiguen reducir a los amotinados y, finalmente, localizar el tesoro, cargarlo en la goleta y partir rumbo a Inglaterra.

Resulta fácil convertir esta narración en una metáfora de la actualidad. Calcado hasta en el último capítulo del libro, cuando el abonado a la traición John “Long” Silver escapa llevándose una pequeña parte del Botín con la consiguiente alegría de los nobles. Un tesoro por rescatar; piratas profundamente incompetentes para hacer el trabajo sucio; nobles que, finalmente, se enriquecen, como tiene que ser, gracias al Botín; un recompensado traidor recalcitrante… Hasta la ya clásica canción de la piratería viene al caso: “Quince hombres sobre el cofre del muerto. ¡Ron, Ron, Ron, la botella de Ron!”.

Piruetas culturales aparte, asistimos una vez más, a otra de piratas. La supuesta adquisición del Popular exige una gran cantidad de explicaciones porque nada parece lo que es y nada cuadra como debiera. Sin entrar a valorar el hecho en sí de la legal pérdida para los accionistas, tanto el proceso como su resolución presentan, para poder verlo bien, al menos un parche; incluso, si me apuran, dos.

Post Scriptum: amable lector, le invito a revisar el texto anterior y descubrir dos palabras con un inusual inicio en mayúsculas. Le prestaré una pequeña ayuda: Botín y Ron. Y si, Silver empieza por S pero no se puede traducir por Saracho, no.