El Corte Inglés pierde fuelle frente a Inditex y Mercadona

Siguiendo su peculiar tradición, el último domingo de agosto –con una temperatura cercana a los 33º en Madrid–, El Corte Inglés, la mayor empresa de distribución española, celebraba su junta general de accionistas. Presentó los resultados del ejercicio 2012-2013. Y despejó la cuestión sucesoria, anunciando el nombramiento de Dimas Gimeno, sobrino del presidente Isidoro Álvarez, como director general del grupo. Sobre él recaerá la difícil labor de asegurar el futuro de una sociedad que ha pasado por manos tan sólidas como las de Pepín Fernandez o Ramón Areces y que no pasa en la actualidad por sus mejores momentos.

La buena noticia que suponía el despejar el futuro de los grandes almacenes, no pudo ir acompañada por unos resultados marcados por la crisis y el desplome del consumo. Y ello se traducía en un descenso de ventas del 7,7% sobre el ejercicio anterior y una caída de beneficios del 18,3%, sobresaliendo el desplome sufrido por los beneficios de Hipercor en un 87,5%.

Aunque el presidente Álvarez se esforzaba en destacar que se había logrado contener la caída de los beneficios, tres realidades estructurales marcaban la tarea futura del nuevo máximo ejecutivo: la pérdida de ritmo frente a sus dos más directos competidores como Inditex y Mercadona; el hecho de que el negocio financiero se haya convertido en el segundo que más beneficios aportó al grupo, y que por primera vez haya tenido que recurrir al endeudamiento.

Todo ello unido a una opaca política informativa, una estrategia laboral denunciada reiteradas veces por los sindicatos y una ratio de rentabilidad (beneficio neto frente a ingresos) muy poco lucida.

Mientras, la cadena de supermercados Mercadona, uno de sus principales competidores en alimentación y productos del hogar, ganó durante el pasado ejercicio un 7% más. El mismo porcentaje de incremento de sus ventas, Inditex, su otro gran competidor en el campo de la moda, presentó un incremento en beneficios del 22% sobre el ejercicio anterior.

La magnitud de la crisis de El Corte Inglés se refleja en la cifra de negocio alcanzada en el pasado ejercicio y que ascendió a 14.552 millones de euros, muy lejos de los casi 18.000 millones conseguidos en 2007, a pesar de la fuerte inversión realizada en los últimos años y de la apertura de centros y tiendas con formatos nuevos.

Siendo importante el que se haya clarificado el futuro de la empresa líder del sector de la distribución en España con el nombramiento de Gimeno, no son pocos los analistas que tienen serias dudas sobre las capacidades del nuevo director general –39 años y experiencia limitada– para hacer frente a una estructura dirigente de El Corte Inglés: viciada, resabiada y envejecida. Además de los cambios que requiere el modelo de negocio que hay que abordar, si de lo que se trata es de asegurar su supervivencia futura. Y todo ello, en el supuesto de que el tío se mantenga el tiempo suficiente como para sustentar al sobrino frente a los embates que va a tener que soportar desde dentro de la organización.

Post-it

El ejercicio fiscal del grupo El Corte Inglés abarca desde el 1 de marzo de 2012 al 28 de febrero de 2013

—Carlos Díaz Güell es editor de ‘Tendencias del Dinero’, publicación económico-financiera de circulación restringida