El separatismo echaría de menos a Mariano Rajoy

Hay muchas opciones de que la moción de censura contra Mariano Rajoy prospere, pero un nuevo gobierno no es una buena noticia para el separatismo

La primera variable a tener en cuenta es la tenacidad de Pedro Sánchez. El que la sigue la consigue. En esta nueva ocasión, el líder del PSOE dice no rechazar el voto del independentismo para llegar hasta la Moncloa. Otra cosa es lo que eso supondría en sus opciones electorales futuras.

La segunda es el interés de Cs de que las elecciones sean cuanto antes. Pocas veces, quizás solo en las elecciones generales de 1982, el 2000 y 2012, una victoria estuvo tan cantada.

La tercera es la suerte que tiene Podemos de que en su peor momento, cuando más evidente era su demagogia, la sentencia de la Gürtel y la moción de censura deja en una broma doméstica su votación sobre el chalet de la Sierra. 

La cuarta son las ganas que el separatismo le tiene a Mariano Rajoy, que les puede llevar a regalar sus votos a Sánchez a cambio de nada. Y ahí es donde, creo, se equivocan.

Así las cosas, Pedro Sánchez tiene muchas opciones de que a la tercera vaya la vencida.

Rajoy puede apartarse, como Amadeo de Saboya, pero Rajoy también puede hacer de Rajoy

Rajoy, como Amadeo de Saboya, siempre tiene la opción de dejarnos por ingobernables dando paso a otro candidato que se coma su marrón, pero Rajoy también puede hacer de Rajoy y dejar pasar el tiempo a ver qué pasa. Tanto va el cántaro a la fuente que un día se le hará añicos.  

La presidencia de Sánchez sería o meramente para convocar elecciones o bien para tener un brevísimo mandato que abriría las puertas a la presidencia, sí o sí, antes que tarde, a Albert Rivera.

El separatismo, experto en victorias pírricas y efímeras, celebraría la caída de Rajoy a manos de otro político que ha llamado racista, y con razón, a Torra, y de Rivera, que cree, también con razón, que el 155 no ha de decaer en Cataluña.

Un nuevo gobierno de España no tendría como prioridad bajarse los pantalones ante el separatismo, que es la única opción válida para los independentistas. Un nuevo gobierno, en especial si es de Cs, tanto si el apoyo es socialista o popular, redoblaría su apuesta por la recuperación institucional sin concesión al aventurismo independentista.

El separatismo, experto en victorias pírricas, celebraría la victoria de un político que ha llamado racista a Torra

Un nuevo gobierno de la Nación afrontaría con brío renovado unas elecciones catalanas en otoño y con mayor ímpetu las elecciones municipales y europeas de la primavera de 2019.

Un nuevo gobierno supondría un refrendo frente a las cancillerías de toda Europa y descolocaría el falso relato impulsado desde Bruselas y Berlín por los prófugos.

Un nuevo gobierno no se entrometería en las decisiones judiciales y por lo tanto no modificaría, sea cual sea, la sentencia que dicten los jueces en otoño sobre el intento de secesión unilateral.

Ni al PNV le conviene un gobierno en La Moncloa que ceda ante el nacionalismo para no tener que tomar decisiones que no quiere tomar.

En definitiva un nuevo gobierno de España no es buena noticia para el separatismo. Eso sí, generará una gran humareda en las próximas semanas.