España pinta un paisaje socialdemócrata

La victoria política de Pedro Sánchez vuelve a poner a la socialdemocracia en primera plana del tablero político

En pocos días, la maltrecha socialdemocracia ha pasado de ser una expresión política de un tiempo pasado a mostrarse como una opción ideológica cargada de futuro.

Los que habían proclamado el fin de las ideologías, como la socialdemocracia, la democracia cristiana, la liberal o la conservadora, ahora ven con perplejidad que son ellas las que pueden poner freno a los populismos europeos.

La victoria política de Pedro Sánchez permite recuperar un paisaje que parecía condenado a perderse.

El nuevo rumbo

Resulta un hecho paradójico que la mayoría de la sociedad española se vea a sí misma reflejada  por este espacio político, como así indican las encuestas.

Lo que se propone plantear en menos de dos años es colocar en la agenda española la prioridad social para alcanzar la estabilidad económica y no al revés.

El PSOE sabe que debe recuperar este paisaje político lo más rápidamente posible  

En el paisaje se puede advertir la intención de priorizar la adecuación de la sociedad del bienestar a los cambios provocados por la globalización y la digitalización.

También el impulso de la solidaridad intergeneracional en un momento donde el peso de los pensionistas es más grande que el de los jóvenes.

O la intención de elevar el gasto público para hacer frente al desafío de los nuevos actores políticos – como las plataformas sociales de los pensionistas, feministas o inmigración – y afrontar las reformas necesarias para encauzar el problema territorial.

El camino marcado

El PSOE sabe que debe recuperar este paisaje político lo más rápidamente posible si quiere tener opciones electorales en las próximas elecciones que habrá que afrontar en el 2019.

La recuperación del paisaje socialdemócrata supone recuperar dos millones de votos que han quedado  en manos de Podemos y en menor medida de Ciudadanos.

La recuperación del paisaje de la socialdemocracia no sólo tiene consecuencias en España sino también en Europa

El objetivo es mostrarse, no sólo como  alternativa de gobierno, sino ser capaces de plasmar un  proyecto de sociedad.

Construir un proyecto de sociedad para España sin el cual será muy difícil volver a ser una alternativa de gobierno.

La fragmentación política evidencia la debilidad de los proyectos de los dos grandes partidos políticos españoles, el PP y el PSOE.

La recuperación del paisaje de la socialdemocracia no sólo tiene consecuencias en España sino también en Europa donde observan con interés si el bipartidismo español es más resistente a los cambios que el de otros países europeos.

En pocos días, la nostalgia socialdemócrata se ha tornado en presente y futuro político, volviendo a ser un lugar visitado en el que muchos quieren establecer su futura residencia.