España y el desafío en el aumento del gasto de defensa

Las políticas de defensa han venido padeciendo tradicionalmente en España en los últimos tiempos de un sistemático descuido

El pasado día 14 de marzo, durante una entrevista televisiva, el presidente del gobierno Pedro Sánchez anunció que pretendía aumentar el presupuesto del Ministerio de Defensa español hasta alcanzar al 2% del PIB. La media respondía al nuevo contexto internacional provocado por la invasión rusa de Ucrania.

En realidad, el objetivo del 2% había sido establecido en la cumbre de la OTAN celebrada en Gales en septiembre de 2014, después de la primera invasión rusa de Ucrania. Que se haya esperado a la segunda guerra de Ucrania para plantear como objetivo, ahora sí, dar más presupuesto a las fuerzas armadas españolas es un síntoma del descuido que estas políticas públicas han sufrido.

La defensa nacional debería preocuparnos atendiendo el contexto geopolítico de España, cuyas áreas de tensión se extienden a lo largo del eje Baleares-Estrecho-Canarias y mira al arco de inestabilidad que es el Sahel. Por tanto, no era necesario esperar a un conflicto en la otra punta de Europa para atender la descuidada defensa nacional.

Una expansión del gasto de defensa en España tiene que suponer una oportunidad para relanzar la industria nacional española, buscando si hace falta alianzas fuera de la Unión Europea

España ha sido un país que tradicionalmente ha gastado poco en su defensa nacional, estando siempre en el vagón de cola de los países de la OTAN en gasto de defensa en proporción a su PIB. La crisis financiera de 2008 derivó en un hachazo presupuestario, alrededor de un tercio menos, para las fuerzas armadas del que sólo en los últimos años empezaban a recuperarse.

Así que, anticipando una eventual recuperación del gasto de defensa si llega a concretarse la promesa hecha por el presidente del gobierno, lo primero que habría que plantear es una estabilidad presupuestaria a través de una Ley de Financiación de la Defensa en España. Al final y al cabo, desde la concepción a la entrada en servicio de algunos programas de defensa transcurren bastante años, por no mencionar los ciclos de vida que se alargan décadas.

Hasta la fecha, las fuerzas armadas españolas han vivido unas estrecheces presupuestarias que nos permiten sospechar de sus limitaciones, tomando como ejemplo cómo la guerra de Ucrania ha destapado las miserias estructurales del ejército ruso.

Y es que el poderío real de unas fuerzas armadas no se mide en la calidad y cantidad de sistemas de armas que por ejemplo puedan desfilar en unas fechas señaladas. Se mide por los niveles de disponibilidad, que dependen del presupuesto de mantenimiento. Se mide por el nivel de formación de los militares, que depende del presupuesto para ejercicios. Se mide por la capacidad de operar de forma prolongada en función de las reservas de munición, combustible, repuestos, etc.

Es posible que en caso de una paulatina expansión del gasto de defensa en España dé la engañosa percepción de que no ha cambiado nada, cuando en realidad estén mejorando intangibles como disponibilidad, operatividad y alistamiento de la fuerza. Pero un eventual aumento gasto de defensa no implica simplemente restaurar capacidades, sino que supondrá un verdadero desafío industrial y tecnológico.

Desafíos para España en defensa

El objetivo europeo de lograr una mayor autonomía estratégica a través de un mayor gasto en defensa que convierta a la Unión Europea en un actor militar relevante, a la par de su peso diplomático y económico, esconde uno de los grandes problemas de las fuerzas armadas española.

España ha practicado un europeísmo militante embarcándose en grandes proyectos del complejo militar-industrial europeo, que ha producido una sucesión de productos que han sufrido un sobrecoste desmesurado, una entrada en servicio muy retrasada, unas prestaciones reducidas y/o una vida comercial limitada. Mientras en Europa se hablaba de autonomía estratégica, en España se sufría la dependencia con un complejo militar-industrial que tiene sus grandes centros de decisión en Francia y Alemania.

Ahora tenemos una oportunidad de dar un giro a esa situación aprovechando la ventana de oportunidad que presenta el actual cambio tecnológico

Una expansión del gasto de defensa en España tiene que suponer una oportunidad para relanzar la industria nacional española, buscando si hace falta alianzas fuera de la Unión Europea, y evitando los vicios típicos de los complejos militares-industriales, que ofrecen productos deficientes por disfrutar de mercados cautivos. Ese relanzamiento tiene que aprovechar la ventana de oportunidad que presenta el cambio tecnológico que estamos viendo ante nuestros ojos.

El segundo gran desafío para España es que a sus fuerzas armadas no sólo les toca renovar o modernizar sus principales sistemas de armas, es que los requerimientos de la defensa nacional se han expandido y anticipan una revolución. La lista de la compra de unas fuerzas armadas capaces en 2022 incluye campos que eran anecdóticos en los años 90, como la ciberdefensa, mientras se expanden campos como los drones por tierra, mar y aire, incluyendo los drones kamikazes.

Drones.

Los conflictos recientes, desde el Alto Karabaj en 2020 a la guerra en Ucrania en curso, nos enseña que el futuro de la automatización de la guerra no pasa por grandes sistemas grandes, caros y complejos, sino por la producción en masa de sistemas baratos. Es un camino que ya se marcó desde el Pentágono con el concepto de “guerra mosaico”, que plantea la acción simultánea de grandes enjambres de distintos tipos de drones conectados.

Este cambio tecnológico crea una ventana de oportunidad para la industria española si aborda un verdadero esfuerzo de reindustrialización, ya que estamos hablando de un sector que no está todavía lo suficiente maduro y abre posibilidades para nuevos competidores. Así que se hace evidente que el necesario aumento gasto de defensa en España ha de estar dirigido a hacer cosas nuevas y totalmente diferentes, en vez de hacer mucho más de lo mismo.

Este artículo pertenece al nuevo número de la revista mEDium 11: ‘La encrucijada de la defensa’, cuya versión impresa puede comprarse online a través de este enlace: https://libros.economiadigital.es/libros/libros-publicados/medium-11-la-encrucijada-de-la-defensa/