Esto no es una pipa

Siguiendo el concepto del filósofo alemán Hans Vaihinger del "como si", la actualidad que nos rodea parece cada vez más una ficción

Existe una expresión en alemán, “als ob”, que se puede traducir al español por “como si”, la cual tuvo una trascendencia importante a mediados del siglo pasado en temas de investigación científica. Inicialmente, fue un autor alemán nacido en el siglo XIX, Hans Vaihinger quien enunció el concepto en su libro de 1911 “La filosofía del “como si”.

En dicha obra, el filósofo alemán alumno de Kant, apuntaba que, en verdad, los seres humanos nunca podemos conocer la realidad tal cual es, la que subyace en el mundo y que por ello construimos sistemas de pensamiento para que la realidad encaje con nuestra visión (una obligación biológica para que la especie humana se adapte al medio). Esto es, nos comportamos “como si” el mundo y nuestros modelos de interpretación confluyesen. En definitiva, una cosa es la realidad y otra muy distinta la interpretación que realizamos sobre la misma y por tanto la ficción cumple una misión trascendental, en especial en el mundo científico. Y así, todo aquello que no sea experiencia, es mera ficción.

 Vaihinger: Los seres humanos nunca podemos conocer la realidad tal cual es, la que subyace en el mundo 

Resulta muy actual la feliz intuición de Vaihinger y no solo por nuestra inevitable paralela vida virtual, a la cual todos estamos adheridos. Un ejemplo muy reciente y enormemente ilustrador: en el año 2003, un ingeniero aeronáutico indio ya jubilado, compró un Airbus A300 por 108.000 euros, lo llevó a su propia casa, una zona residencial al sureste de Delhi y después de adaptarlo, organiza vuelos “de pega” por unas pocas rupias para gente pobre de su país. Bahadur Chand Gupta cumple, de esta manera, el “sueño” de numerosos desasistidos de su ciudad, quienes tienen la oportunidad de vivir una experiencia que su vida no les permite: ver un avión desde dentro e imaginar lo que supone volar en él. Por muy pocas rupias. En realidad no realizan un vuelo de avión pero es “como si” volaran. ¡No hay como la imaginación!; eso sí, por muy pocas rupias, en concreto, al cambio, el precio no supera los tres euros. Para quien demuestre carecer de recursos, el imaginario viaje es gratis. Menos mal…

No estamos en guerra, pero es “como si” lo estuviésemos, intercambiando misiles de una punta a otra del globo; Donald Trump no gobierna como un mandatorio habitual, pero es “como si” gobernase; cada vez encontramos más casos de corrupción pero es “como si” la estuviesen combatiendo desde su fundamento (ahora sabemos que Rato ya había comenzado su carrera delictiva mucho antes de haber abandonado la política activa); en realidad, invertimos muy poco en innovación, pero con tanto I+D+i de garaje es “como sí” fuésemos un país de vanguardia, hasta que Evan Spiegel, el director ejecutivo de Snapchat nos baja del sueño tecnológico afirmando que “no quiero expandirme a países pobres como India y España”. ¡A ver si va a resultar que nosotros también volamos “de pega”!

Invertimos muy poco en innovación, pero con tanto I+D+i de garaje es “como sí” fuésemos un país de vanguardia

Para que no parezca todo una ficción, apuntamos que el título “Esto no es una pipa” se refiere al conocido cuadro de René Magritte del mismo título incluido en la serie de cuadros denominada por su autor “La traición de las imágenes”. La obra muestra una pipa, pero, como bien argumentó el propio Magritte, “la famosa pipa. ¡Como la gente me reprochó por ello! No, sólo es una representación”. Aventuramos que mucha de la información que manejamos actualmente es mera imagen, ficción. No nos vendría mal un poco más de realismo ahora que parece que estamos saliendo de la crisis.